lunes, 19 de mayo de 2025

GA090a Berlín, 29 de abril de 1904 - El Génesis ( II )

        Índice


AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

El Génesis II


Berlín, 29 de abril de 1904

Conferencia 22

Hoy me gustaría hablar del Génesis en un sentido diferente. Me gustaría darles algunos conceptos que les permitirán tomar gradualmente el Génesis al pie de la letra. Para poder hacerlo, primero me gustaría remitirles a un pasaje de la epístola de Juan. Encontrarán un pasaje muy interesante en el capítulo quinto de la primera epístola de Juan, versículos 7-8:

Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre, y estos tres son uno. [1 Juan 5:7-8]

En estas palabras tienen ustedes una diferenciación de los tres principios superiores y los tres inferiores, tal como deben entenderse en el sentido del esoterismo cristiano, del gnosticismo. Estos son el Padre, Atma; el Verbo, Budhi, el Creador, el Espíritu que impregna todo el mundo; y en tercer lugar Manas o Mahat, el Espíritu Santo. Santo es el vocablo que significa: aún no sujeto a lo físico. En el cielo, estos tres engendradores son Atma, Budhi y Manas.

Además de estos tres, existen los tres elementos espirituales en el ser humano. Los elementos espirituales se encuentran en toda la Cábala judía desde los libros originales de Moisés y en el esoterismo cristiano: la sangre, el agua y el espíritu. Primero hay que comprender lo que el esoterismo judío entiende por «sangre». Es la parte más baja del alma, lo que en Teosofía llamamos el astral - no nuestra sangre física. El esoterismo judío cree que el movimiento de la sangre proviene del cuerpo astral, y eso es correcto. El esoterismo judío llama sangre a todas las influencias que no sólo pasan directamente a través del alma, sino que también tienen un efecto físico. Es la fuerza activa, la fuerza motriz. Nosotros sólo llamamos sangre al jugo rojo que fluye a través del cuerpo.

El segundo es «agua». En todo tipo de lenguaje oculto, «kama» es el agua en todas partes. Son los sentimientos, las pasiones, los deseos y demás. Y ahora les diré por qué se llama agua. Es necesario que se familiaricen con la idea de que la humanidad actual está acostumbrada a imaginar muchas cosas de un modo más materialista que en épocas anteriores. Si se imaginan a un antiguo cabalista, él veía en esta agua no sólo el elemento que fluye, sino una parábola. Y él llegaba a ella de la siguiente manera. Él se decía: «El agua es el hogar de los animales que debemos clasificar como primigenios. Originalmente, los animales surgieron del líquido elemento: animales marinos, medusas, anfibios. Éstos, a su vez, emergieron del agua a la tierra. En ningún otro lugar surgieron las pasiones y los sentimientos como en el agua. Sólo más tarde surgió la tierra, y ahí es donde surgió lo más organizado. El alma, el sentimiento de placer y displacer, surgió del agua. El agua era el elemento que creaba placer y displacer en el hombre. Por eso llamaba al agua la fuente de lo que es placer y displacer.

Distinguimos el alma inferior que hace fluir la sangre. La sangre es la auténtica y más profunda alma. Donde sentimos placer y displacer, el dolor interior real, eso es lo que él llama el agua, porque deriva este elemento del alma del agua.

Después viene el alma pensante, el espíritu. Por lo tanto, tenemos el alma del sentimiento, (sensible), el alma interior, luego el alma del entendimiento, el alma de la mente (racional), y en tercer lugar el alma de la conciencia (consciente), el alma superior, la parte del alma en la que el espíritu brilla en el alma.

Ahora bien, el judío se decía a sí mismo: Donde brota el alma, allí está el alma. Por lo tanto, el judío veía en el mar y dondequiera que estuviera el elemento líquido, una parábola para el alma. Sólo porque la gente se ha acostumbrado a ver el alma, ve el agua física exterior.

Había un hombre entre los fariseos llamado Nicodemo, un dirigente entre los judíos. Se acercó a Jesús de noche y le dijo: Maestro, sabemos que eres un maestro venido de Dios, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él. Jesús respondió y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede también entrar de nuevo en el seno de su madre y nacer?  Jesús le contestó: «En verdad, en verdad te digo que el que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es. No os extrañéis de que os diga que es necesario que nazcáis de nuevo. El viento sopla donde quiere, y se oye su sonido, pero no se sabe de dónde viene ni adónde va. Así es todo lo que nace a partir del Espíritu. [Juan 3:1-8]

Así es como Jesús quiere hacérselo entender. Puesto que Nicodemo era un pequeño mahatma, un maestro en aquellos días, le dijo: «Si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. El hombre nace de la sangre de su madre; debe nacer de nuevo del agua y del espíritu. Lo que nace de la sangre es sangre, lo que nace del espíritu es espíritu.

Nicodemo le dijo: ¿Cómo pueden ser estas cosas? Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro en Isracl y no sabes estas cosas? [Juan 3:9-10]

Ahora también podemos tomar las primeras palabras del Génesis en el sentido correcto. El primer versículo puede traducirse de la siguiente manera:

En su Principio Originario Dios engendró su karma como el cielo y la tierra.

El concepto de creación, tal como lo tenemos ahora, no existía en las lenguas antiguas. «Creare> es latín y significa “crear”, pero procede de la palabra sánscrita “Kr”, y ésta a su vez de karma; significa por tanto “crear”, y el sentido de la frase es:

El karma Divino comienza a fluir.

Nuestra evolución en la Tierra fue precedida por una evolución en la que el mundo de Kama, el mundo de los instintos, los deseos y las pasiones, que constituía el contenido real de las entidades en la época lunar, pudo desarrollarse hasta el nivel más alto que podía alcanzar. Se había desarrollado hasta el grado más alto. Las personas que ahora viven en la evolución del mundo terrenal tienen el entendimiento. Nuestros antepasados no pensaban, sólo sentían lo que tenían que cumplir. Lo que la tierra tiene que desarrollar es el pensar. Tenemos un sentir que está por debajo del pensar. No nos guiamos directamente por el sentir, sino que dejamos que el pensar lo regule. El sentir es llevado a los canales correctos a través del pensar. Los habitantes de la Luna podían dejarse llevar por sus sentimientos. No necesitaban pensar en los asuntos de su vida. Sentían directamente lo que tenían que hacer. Esta vida del sentir, que vivía en todos los seres, allí se desarrollaba hasta alcanzar una altura infinita. Hoy en día, cuando lo que importa es la vida intelectual, ya no tenemos ni idea de la infinita dulzura y bondad y de la grandeza de esta vida del sentir. Los seres que se desarrollaron en la luna fueron llevados a la divinidad. Los maestros que evolucionaron en la luna eran la sabiduría pura que fluía del sentir. En aquella época estos maestros se unieron para formar grandes hermandades, y formaron una gran unidad cuando la luna se extinguió. Todo se había fundido en una gran unidad. A esta entidad divina, que era, por así decirlo, la cúspide de la época lunar, se le llama en el Génesis Dios, Yahvé o Jehová. El Dios no es otra cosa que la cúspide del desarrollo de los seres de la Luna. Yahvé es una deidad lunar y Helena Petrovna Blavatsky también la denomina así. Puede que ella lo haya enfatizado demasiado, pero es así. El gran ser que había desarrollado la vida del sentir hasta el nivel más elevado era Jehová o Yahvé. <Lo que vino de la luna, -el Kama en su más alta perfección, el agua en su más alta perfección, el diluvio-, se desarrolló en dos direcciones. Por un lado se condensaba y adoptaba lo material, la sangre; por el otro se diluía y adoptaba lo espiritual. Arriba se iluminaba en lo espiritual, abajo se oscurecía en lo sanguíneo. Así se diferenciaba Yahvé. El agua primordial engendra, por un lado, el cielo, su polo espiritual y la tierra por el otro, su polo físico, material.

Entonces, ¿Cuál era la situación? Piénsenlo, el agua kama llega, el espíritu está por encima, lo físico, la sangre, está por debajo. La tierra era un caos, la sangre estaba desorganizada. Nada más que lo físico-material inundando en confusión y caos. Eso era un polo.

La tierra estaba desolada y caótica y la oscuridad estaba por encima del agua. Bajo el agua estaba la oscuridad, la oscuridad estaba en las profundidades. Y por encima del agua estaba el espíritu. El agua era el centro. El espíritu flotaba sobre el agua Kama como un aura.

Vean muy claramente lo que es esta aura. Ya hemos hablado de ella. El cuerpo físico no es un aura, y lo que vive en el cuerpo físico tampoco es un aura, porque se puede ver con los ojos físicos. El espíritu tampoco es un aura. Sólo el alma proporciona aura; todo lo que es espiritual proporciona aura. Esta aura está influenciada por el cuerpo desde dentro o por el espíritu desde fuera. Por eso hay tres auras: la nublada por el cuerpo, la iluminada por el espíritu y la luz resplandeciente real del alma. Una es la zona a través de la cual el cuerpo se refleja en el alma, la otra es la zona a través de la cual el espíritu se refleja en el alma. Ahora se comprende cómo el espíritu de Dios se cierne sobre las aguas o sobre el alma, y que el kama está así iluminado por el espíritu. El espíritu no necesita ser luz. Sino que cuando el espíritu entra en el aura, intensifica la luz.

Y dijo Dios: ¡Hágase la luz! [Génesis 1:3]

Lo que significa: Que surja en las aguas el reflejo de lo Espiritual.

Me gustaría que las tres primeras frases del Génesis se entendieran literalmente. No se trata de dar sentido a estas frases, sino de pensar en lo que hay que decir. En el agua: Kama, en el Dios: lo más desarrollado que llegó a Kama desde la época lunar. "Esta es mi sangre": es la misma que fluye en la tierra.

El Génesis surgió de los escritos de los misterios del templo egipcio. Estos tenían dos grandes libros [morales]. Uno era el libro del microcosmos, el otro era el libro del macrocosmos. Este último describía cómo el gran cosmos emerge del agua por medio de la palabra. El primero, el libro del microcosmos, era el libro del ser humano perfecto. Ambas eran descripciones completamente paralelas. Hay que dar a entender que el hombre es un microcosmos. Esto sólo podía comprenderlo un iniciado.

Aquel a quien ama el maestro es a quien él inicia. El milagro de Lázaro es una iniciación. Por eso a Lázaro se le llama también aquel a quien Jesús amaba.

El Evangelio de Juan comienza con las mismas palabras: «En el principio era el Verbo».

Sólo se pueden entender los grandes libros del mundo si se tiene la confianza de que cada palabra sólo se entenderá cuando se profundice realmente en las cosas y sólo se tenga algo en contra de ellas lo más tarde posible. Esa es la confianza que necesitamos, porque debemos tener confianza en los grandes libros del mundo. Eso es lo que debemos aprender gradualmente de nuevo a través del movimiento teosófico, tomar realmente estos libros al pie de la letra.

«Montaña» es la palabra clave para las verdades superiores, para las iniciaciones. Jesús subió a la montaña con sus discípulos cuando vio a la gente. Aprendemos a reconocer en las Sagradas Escrituras la autoridad con la que están escritas. Las reconocemos como obras maestras cuando vemos cómo todo encaja maravillosamente y cómo lo que hemos adquirido a través de nuestros maestros desde el último tercio del siglo XIX forma de nuevo la clave para comprender estos grandes libros.

Traducido por J.Luelmo may,2025

GA090a Berlín, 1 de abril de 1904 - El Génesis ( I )

       Índice


AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

El Génesis I


Berlín, 1 de abril de 1904

Conferencia 21

Hoy quisiera presentarles una especie de conferencia sobre las palabras iniciales del Génesis, tal como se cultivaban en lugares ocultos en los primeros tiempos del cristianismo. Lo que voy a decir será algo que se ha recitado a menudo, pero sólo en lugares secretos a unas pocas personas y nunca se ha popularizado realmente. No es algo que se relacione exactamente con el Génesis, sino algo que se relaciona con la era Lemúrica. Así que no voy a decir otra cosa que lo que se ha dicho muchas, muchas veces en las logias ocultas. En primer lugar, debemos darnos cuenta de que hemos pasado dos grandes catástrofes, una que condujo de la era atlante a nuestra época, y otra que condujo de los lemúricos a los atlantes. Nos remontamos a la época anterior a estas catástrofes, a una época en la que ya había seres humanos, pero aún no tenían sangre caliente. Tenían sangre fría y blanca. Esta sangre fría y blanca era la razón por la que estos seres eran capaces de vivir en un elemento acuoso. En aquella época, la separación entre el aire y el agua aún no era como ahora. Toda el agua era todavía una especie de fina niebla o vapor, de modo que todo lo que era tierra estaba cubierto por esta fina niebla o vapor. El aire y el mar aún no existían, sólo el agua y la niebla, que yacían como vapor sobre la tierra, y este vapor era al mismo tiempo algo que contenía las semillas de la vida para todo lo que podía vivir en la tierra en aquel tiempo. Las semillas de la vida eran en sí mismas como vapor, no eran pequeños granos, ni pequeños gérmenes, sino formaciones parecidas a vapores, como vórtices en la vida general del mundo. Tal estructura vaporosa, como una nube densa, era al principio el hombre mismo. El hombre tenía una forma compuesta por ese vapor comprimido. Dentro de este vapor se movía un líquido fino. Y lo más sorprendente del hombre era un órgano que tenía en la cabeza y que sobresalía mucho más allá de su cuerpo en su parte delantera, un órgano que tenía un tallo y una especie de bola en el extremo del tallo. Se trataba de un órgano que no percibía la luz, sino el calor. Lo que era especialmente importante en aquella época eran las distintas diferencias de calor. Había que saber que allí hacía demasiado calor y que allí hacía demasiado frío; había que poder evitarlo, y para eso se necesitaba el órgano del calor. Con el órgano se podían percibir los grados de calor y se podía girar hacia un lado u otro. Más tarde, el órgano desapareció por completo. Pero era el órgano que proporcionaba a la humanidad una orientación completa en aquella época.

En aquella época, el estado se denominaba «profundidad insondable». Se llamaba así porque estos seres no podían ver nada, oír nada, hablar nada ni entender nada. Todavía no tenían ninguna de estas capacidades. La Doctrina Secreta se refiere a toda esta zona con todos los seres vivos en ella como «las aguas, porque en estas aguas los seres aún no eran capaces de imaginar por sí mismos. Todavía no podían imaginar. Todo el cuerpo de la tierra estaba dotado de una sola facultad imaginativa. Era un gran ser vivo, que se consideraba como el espíritu. Las personas existían individualmente, pero su imaginación seguía siendo común. De este carácter común de la imaginación se hablaba en las escuelas secretas: «El Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas». [Gen 1:2]

Esto significa que en esta zona existía una concepción común, y ésta se cernía sobre las aguas, aún no había entrado en los seres humanos.

Así que tenemos dos cosas una al lado de la otra: en primer lugar la «profundidad insondable y en segundo lugar la “concepción que el Génesis llama el ”Espíritu de Dios».

Lo siguiente es esto: La excrecencia en la parte delantera de los seres que hemos descrito se encogió. Y este órgano, que ahora se ha encogido y ha salido de esta excrecencia, es la glándula pineal. Los humanos no tenían huesos entonces. Eran gente vapor, gente pez. Si se observa al ser humano en ciernes en las primeras semanas de gestación, se encontrará a este hombre-pez en el germen humano. El ser humano realmente repite estas condiciones en las primeras semanas de embarazo. El pequeño cuerpo de pez que el ser humano tiene allí posee el pequeño órgano que luego se marchita. Es uno de esos órganos regresivos como el bazo, del que los médicos de hoy no saben cuál es su función. Cuanto más retrocedía este órgano pedunculado, más se desarrollaba el par de ojos dentro del organismo humano. Surgieron los ojos, se formaron dos ojos en lugar del órgano peduncular original. Al igual que el órgano peduncular era un órgano de calor, los ojos se convirtieron en un órgano de luz. Esta profundidad insondable actuaba en todos los seres y, al retirar el órgano del calor, separó el par de ojos. Esta profundidad insondable también se denomina « ancestro » en la Doctrina Secreta.

Al principio, los seres humanos solo sentían calor y frío. Ahora, sin embargo, perciben los objetos a través de sus ojos, es decir, el antepasado permitió que la capacidad de percibir no solo el calor sino también la luz surgiera de su interior.

Y Dios dijo: "¡Hágase la luz!" Y la luz se hizo.

Ahora hemos llegado al punto en que estos seres podían percibir la luz y, en consecuencia, también los objetos delimitados que les rodeaban. Ahora les pido que consideren lo siguiente. Antes existía la profundidad insondable; en ella todo se decidía. Allí estaba la ideación y a continuación la luz. La luz estaba limitada por el ojo o la capacidad de ver todo alrededor de lo que los ojos podían ver: lo visible. Todo lo demás no se había hecho visible. Eso estaba más allá de lo visible. [El límite de lo visible era lo sólido].

 Y puso Dios un firmamento donde termina lo visible y comienza lo invisible. [Génesis 1:6-7]

Lo siguiente fue que los hombres empezaron a percibir lo visible, de modo que se les presentaba una situación completamente nueva. Hay que visualizar lo que significaría para uno no poder ver ni oír. Sin embargo, en aquella época no existía el oído. Las personas de aquella época eran ellas mismas un líquido en un elemento líquido. Y nadando así, no percibirías el límite exacto entre tú y el otro. Sólo se perciben los límites cuando hay algo visible.

Los seres individuales se mantenían unidos por la ideación. El ser individual no estaba tan claramente diferenciado. Cada ser sentía que pertenecía al todo, a lo general. Sería como si el estómago se sintiera hoy independiente; ha de sentirse perteneciente al cuerpo. Sólo en el momento en que surge una sensación de luz surge la posibilidad de percibir al otro como otra cosa. Un objeto sólo es algo fuera de nosotros cuando vemos sus límites fuera de nosotros. La luz era lo que distinguía individualmente a unos seres de otros. En el momento en que los seres se diferenciaron unos de otros, fue necesario que se abriera la comprensión del entorno. Los seres no sólo tenían que tener la concepción fuera de sí mismos, sino que también tenían que poder tener la concepción dentro de sí mismos. Un objeto que simplemente miro sería algo bastante misterioso para mí si no pudiera visualizarlo yo mismo. Esta comprensión [del entorno] fue impartida por seres de naturaleza superior a los que viven en la tierra. Estos seres que ahora ya percibían la luz eran guiados por seres que estimulaban en ellos la comprensión. Así los dotaron de comprensión. Convirtiéndose en los "Hijos de Manas".

Con ella surge la posibilidad de formarse una idea errónea o correcta. Por eso la Doctrina Secreta dice: «El segundo par, entendimiento y verdad, surgió. Surgieron por medio de la influencia de los hijos de Manas. [No puedo sentir un falso frío o un falso calor, pero la mente sí puede formarse un falso concepto]. Sólo ahora, cuando la ideación, el entendimiento, estaba dentro de los propios seres, éstos se mantenían unidos en una especie de sentido de comunidad. Antes la ideación estaba fuera, pero ahora una chispa de ella estaba dentro de los propios seres. He mencionado que el calor y el frío eran diferentes en el mundo exterior. Los seres atraen este calor hacia sí y se diferencian como seres cálidos y fríos. Un ser cálido es aquel que ya no percibe el calor, sino que lo genera. La sangre caliente ha surgido ahora en el hombre.

¿Qué había ocurrido? El hombre había nacido previamente del agua. Ahora se había producido en él lo que la doctrina secreta llama «sangre». Así que el hombre había nacido primero del «agua», luego de la «sangre». Y si pudiéramos retroceder aún más en el tiempo, antes del período Lemúrico, encontraríamos el «espíritu antes del agua, que aún no se había convertido en agua». Así tenemos: espíritu - agua - sangre. El calor, que era general, apareció entonces como el calor de la sangre de los seres de calor. El hombre nació de la sangre - ese es el momento en que el hombre se convirtió en el ser de sangre caliente. Esto le permite organizar en sí mismo todo lo que antes estaba organizado fuera de él. El calor y el frío eran cosas distintas fuera de él. Ahora distingue entre calor y frío dentro de sí mismo. Así como antes la creación estaba fuera, ahora el hombre se ha convertido en creador dentro de sí mismo. Y lo primero a través de lo cual el hombre no sólo es un ser interior, sino que también se expresa exteriormente como un ser interior, fue el «habla». Y con el habla vino la «vida». [El hombre podía expresarse hacia el exterior; lo que era atraído se impulsa hacia el exterior - eso es el habla]. Sólo entonces hay vida humana, cuando el hombre no sólo está ahí como ser, sino que también se manifiesta como tal - [una vida independiente, autónoma, diferenciada, no co-viviente. El ser se ha independizado, puede darse a conocer, puede revelarse).

Por tanto, el tercer par es «habla y vida». Los animales incapaces de producir sonidos son de sangre fría. Sólo los seres de sangre caliente son capaces de expresar el alma hacia el exterior mediante el sonido. Un ser que ha de tener voz debe diferenciarse en calor de su entorno. Debe tener una vida diferenciada de su entorno. El tercer par es, por tanto, «habla -o voz- y vida independiente». El pez tiene el mismo grado de calor que el agua en la que vive.

Ahora hemos llegado al punto en el que el ser se ha vuelto independiente, en el que su esencia puede revelarse y, por tanto, aparecer ante su entorno como un ser vivo independiente.

Una cosa que les ruego que tengan en cuenta es que los conceptos de hoy no deben aplicarse a los de entonces. En épocas posteriores, las criaturas de sangre fría también cambiaron en varios aspectos. Por aquel entonces, los peces eran mucho más grandes y parecidos a los humanos.

Sin embargo, la reproducción de los seres de aquella época era aún de tal forma que simplemente surgían unos de otros. Hay que imaginarse que cuando tenía que surgir un nuevo vástago - el apareamiento o la fecundación no existían todavía en aquella época, ni tampoco la encarnación, la encarnación sólo existe desde que existe la sexualidad, desde que hay dos sexos [no se trata de encarnaciones sino de materializaciones] - entonces cuando tenía que surgir un nuevo ser, el ser originario dejaba surgir de sí mismo la materia para el nuevo ser. Este proceso estaba determinado por el espíritu general del mundo. Un nuevo ser surgía por afinidad electiva. 

Un ser era "Überschattung" por un espíritu. Es exactamente lo mismo que cuando el médium [en una sesión espiritista] proporciona el material para un espíritu que quiere encarnarse en la materia, materializarse, manifestarse. La materia era siempre utilizable, siempre virgen, un proceso nutritivo. El ser originario permanecía tal como era. El proceso está ahí tal como se ha descrito con ocasión de la descripción de su aspecto vegetal. A continuación la materia se agotaba, se había vuelto incapaz de permitir que surgiera de sí misma una nueva disposición [sin un nuevo estímulo], y se producía la diferenciación en sexos. Así es esencialmente como descendieron los seres lemúricos; habían perdido la capacidad de tener materia virgen en su interior. Para que un nuevo ser se manifestara, tenía que haber una simiente que estimulara la vida. Así [se produjo la sexualidad y con ella] el nacimiento y la muerte y también la encarnación. Y el hombre, se agregaba, convirtiéndose en el comienzo del «agrupamiento, de la "confraternización".

A partir de la mitad del período Lemúrico comienza el proceso de agrupamiento, el proceso de fraternización, que debe conducir al punto en que los Centros de Misterios se unan para vivir en una nueva época mundial. [Ahora viene el cuarto par: «El Hombre - la agrupación que conduce a la fraternización"].

Esta explicación también se daba repetidamente en las escuelas pitagóricas. Se decía: Desde que el espíritu entró en cada ser humano, el nacimiento y la muerte vinieron al mundo. [Y en el Génesis se dice: «Con dolor darás a luz los hijos». En el pasado, éstos eran simplemente traídos al mundo mediante "Überschattung".

Este es el significado de sangre, agua y espíritu, como también se deduce de las palabras: En verdad, en verdad, el que no renace del agua y del Espíritu no alcanzará la bienaventuranza. [...]

Traducido por J.Luelmo may,2025

martes, 13 de mayo de 2025

GA090a Berlín, 12 de junio de 1904 - El Principio de Reciprocidad

       Índice

AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

El Principio de Reciprocidad


Berlín, 12 de junio de 1904

Conferencia 28

Pensemos en un animal que hubiera desarrollado fuertemente un determinado grupo de órganos. Esto no es posible sin que otro esté menos desarrollado. Vemos este principio de correlación por todas partes en la naturaleza. Aquí entran en consideración las cosas más diversas, no las relaciones espaciales, por ejemplo, como se podría objetar en el caso del elefante. Goethe lo expresa muy bien: no se puede añadir nada a una parte sin quitar algo de otra.

Toda lo formado en las siete rondas del planeta terrestre, tiene como finalidad que el ser humano se reconozca en el mundo exterior. Tenemos la tarea de reconocer e interactuar con el mundo exterior a través de nuestros sentidos, intelecto y otras actividades.

Para ello necesitamos un sistema nervioso, en el que se registra y forma un punto central: la médula espinal. El placer y el dolor no se pueden sentir sólo sobre la base de la percepción, ni a través de la interacción con el mundo exterior. Además del placer y el displacer hay que añadir la cognición. El reconocimiento de la causa del placer y el displacer es imposible sin el sistema nervioso. El sistema nervioso no existía en la época lunar, aunque el placer y el displacer se sentían aún más sutilmente. La época lunar formó lo que se convirtió en el lecho del sistema nervioso: el esqueleto. El dolor vivía dulcemente en la conciencia astral sin percepción. La naturaleza se forma más perfectamente en la época lunar, sin utilizar su principio rector sobre el sistema nervioso. Ahora entra aquí la ley de reciprocidad.

La finalidad de la época terrena es formar el sistema nervioso, y el conocimiento del mundo exterior impartido por ella debe trasladarse a la otra época. Con este propósito de formar el sistema nervioso, los órganos deben ser entrenados de tal manera que se vuelvan útiles, orientados hacia él; la formación debe ser reconstruida. Había que repetir lo anterior en tres rondas. Kama debe ser empujado hacia abajo para formar la cognición, la percepción. Los pulmones y el corazón se entrenaban para que el placer y el dolor pudieran sentirse de forma refinada; elevados subjetivamente al nivel más alto posible. Ahora tenían que ser empujadas hacia abajo de tal manera que se formaran la percepción y la cognición, -ciertas partes tenían que ser empujadas hacia fuera para poner las otras en servicio. Estas partes extraídas formaron el reino mineral en la primera ronda. Más perfectos en la época lunar fueron el crecimiento y el instinto de reproducción, el vegetal; éste fue expulsado en la segunda ronda. Solíamos tener esto dentro de nosotros, pero ahora no podíamos con ello y nos desprendimos de él, dejándoselo a los espíritus elementales.

Después tuvimos que extraer el reino animal y abandonarlo a su suerte para poder formar el reino humano. Para formar nuestro poder nervioso, tuvimos que trabajar con otra fuerza sobre el material que le sobraba, -el excedente de vida astral, de lujuria y displacer, que aún se le permitía tener en la época lunar. El hombre tuvo que apagar parte de la furia del león, por ejemplo, para que la fuerza que la supera quede atrás para otros fines, -¡la culpa cósmica! Hemos retirado el poder domador para formar el poder cognoscitivo; así debemos nuestra altura humana a la retirada de un poder que, de otro modo, habría organizado el kama. Dado que este kama permanece sin organizar, no tendría sentido hablar de culpa en la furiosa lucha por la existencia de los animales. Continuemos el pensamiento en el desarrollo terrenal; el asceta debe dar y así reemplazar lo que retira.

Por lo tanto, en la época lunar la naturaleza dhyánica del hombre no podía surgir, -los reinos estaban presentes en una forma completamente diferente-, el más bajo se convirtió en la octava esfera, la cual ahora está destruida.

El hombre tiene ahora en sí mismo la espiritualidad del animal que entonces todavía estaba en él, de modo que en la época lunar no tenemos que imaginar al hombre directamente como un animal. Era el más alto florecimiento de la pasión, mientras que ahora su degeneración aparece en el animal. En aquella época no existía el "bien y el mal para la pasión, que es sólo una característica de nuestra época. Sólo ahora puede llegar a ser mala, porque se le ha retirado una fuerza y se la ha obligado a decaer.

Ahora la mente, que solía ser guiada, comienza a ser abandonada a sus propios recursos y a veces recae en el atavismo; en el caso de los atlantes, el desarrollo se produjo en su seno. En nuestra quinta raza hemos pasado un poco el punto más bajo, y se producen las recaídas: un recuerdo inconsciente del bien y del mal que yacía más allá de la conciencia. Tomemos como ejemplo la filosofía de Nietzsche. Era correcta en una época en la que no existía el filosofar, pero este poder era guiar la pasión: por eso el mal aparece como un bien desplazado. Es desarmónico porque está fuera de lugar en ese momento. Ahora está fuera de lugar lo que entonces tenía un instinto educativo. "Quien afirma que existe un mal intrínseco blasfema contra Dios, -dice la Biblia. «Por qué me llamáis perfecto, sólo el Padre es perfecto».

Así que no existe el mal en sí mismo, el mal sólo es el bien fuera de lugar. Sólo puede ser gobernante quien toma el poder de gobernar sobreponiéndose, superándolo.

lunes, 12 de mayo de 2025

GA090a Berlín, 1 de noviembre de 1904 - Resumen de las conferencias anteriores sobre el Apocalipsis

       Índice

AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

Resumen de las conferencias anteriores sobre el Apocalipsis

Berlín, 1 de noviembre de 1904

Conferencia 66

Sólo podemos comprender el Apocalipsis si tomamos la naturaleza fundamental del cristianismo como un hecho místico. Esta esencia básica está contenida en las palabras: «Bienaventurados los que creen y no ven». Lo que una vez tuvo lugar en el interior de las criptas se ha llevado ahora al escenario de la propia historia del mundo. En el cristianismo se han revelado los antiguos misterios: Lo que en un tiempo eran los misterios, en otros tiempos se muestran. El contenido de los antiguos libros de misterio se reproduce en los Evangelios; el registro de los acontecimientos futuros está contenido en el Apocalipsis de Juan.

Quien quiera comprender el espíritu de tales escritos debe ante todo saber cómo funcionan las religiones.

Hoy en día está muy extendida la creencia de que la palabra sencilla contiene la verdad, y hay reticencia a exaltar el espíritu. Nada hay que decir en contra de la sencillez de la palabra: pero la fuerza interior de la que mana ese hablar brota de las más elevadas cimas del espíritu. No todos podían hablar de las revelaciones de las regiones más elevadas. El Padre de la Iglesia poseía el poder de superar el poder de la [laguna en el texto]

En el Apocalipsis se nos describe un destino vislumbrado en el Misterio. Una iniciación inferior es suficiente para ver más allá de una raza raíz, una superior es necesaria para ver más allá de muchas. Para crear un Apocalipsis, es necesario el tercer grado como chela. En la región de la visión astral altamente desarrollada, se despliega ante nosotros el destino de una raza raíz. A partir del cuarto capítulo, el Apocalipsis es visión devachánica. El que escribió el Apocalipsis pasó por alto el período hasta la mitad de la raza de la Lemuria y el futuro hasta donde la sexualidad ha cesado completamente. Las experiencias superiores no son diferentes entre sí. Nunca dos iniciados informan de manera diferente. Los iniciados de todos los tiempos han hablado como el Apocalipsis. En el Apocalipsis, el autor habla desde el punto de vista cristiano.

Volvamos la mirada a la organización de las razas.

Antes de la raza lemúrica yace una forma de humanidad que era bastante diferente. El cuerpo etérico aún no se había condensado; no caminaba sobre el suelo, sino que flotaba a través de la propia tierra etérica. Sus órganos eran luminosos. Al principio de la raza lemúrica- El hombre se encarnaba en nubes ardientes . Los esoteristas llaman a esta transición de la materia fina a la materia física, a aquellos seres que se desarrollaron en la densidad física, el estado de águila del hombre. El águila es, pues, el ser humano que ha evolucionado del éter a la materia física.

Entre los atlantes, el hombre tenía una fuerza vital aumentada, podía controlar el prana, utilizar la fuerza simiente. Durante la raza actual, unos trece millones de años, sólo ha dominado lo físico. Más tarde recuperará el dominio sobre el cuerpo etérico y el cuerpo astral.

Esta segunda etapa, en la que el hombre todavía domina el cuerpo etérico, es lo que el esoterista llama el Hombre León.

El toro simboliza al ario, el ser humano que ha descendido completamente al cuerpo físico.

Se designan así tres etapas sucesivas muy concretas de la humanidad.

Cualquiera que haya aprendido el lenguaje simbólico lo entiende; sabe lo que significan los símbolos especiales.

Dos triángulos entrelazados son un símbolo muy utilizado: un águila en la parte superior, un león a la izquierda, un toro a la derecha; un rostro humano en el centro. Esto significa que hay un triángulo en la parte inferior que caracteriza los estados pasados. Por tanto, los tres ángulos permanecen por el momento [hueco en el texto].

En el centro está el ser humano interior, la entidad real permanente. Los cuatro tipos de ser, a través de los cuales el ser humano es realmente humano, pueden verse en los dos triángulos entrelazados.

Estos tres animales aparecen siempre que se habla acerca de la evolución humana. Pero en el Apocalipsis de Juan se habla de ellos de un modo especial. El apocalíptico supera los envoltorios que le separan de las etapas anteriores. Para poder ver, los órganos anteriores deben revitalizarse. Debe convertirse en animales que ven, que miran. Ojo, todo ojo.

Las etapas futuras sólo pueden ser comprendidas por aquellos que tienen un ojo para el ascenso, el uso de los cuerpos superiores. Ahora estamos en la etapa de la mente puramente física. Esta mente requiere cierta doctrina moral y cierta religión. El individuo debe buscar esencialmente su felicidad a expensas de los demás. Incluso aquellos que luchan por lo más elevado deben ir más allá de los demás. En la escuela ocultista hay tres palabras que caracterizan la nueva era. Ellas son:

Amor fraternal: amor común como ideal moral.

Neumatología: doctrina del espíritu y de lo espiritual como factor decisivo: ideal científico.

Libre principio religioso: autoautoridad en materia religiosa.

Esta será la sexta raza.

Una ley oculta bien conocida es que en determinados períodos de tiempo se repite lo que ha sucedido antes. El águila, el toro y el león se repitieron en las tres primeras subrazas. La cuarta subraza se denomina «hombre». En ella fue absorbido el cristianismo.

El pueblo de la primera subraza, el pueblo indio, había expresado la cultura del pensamiento, la más alta deificación del pensamiento. Tenían que repetir en pocas palabras lo que la raza lemúrica había experimentado. La humanidad de la Lemuria era una humanidad de sentimientos, de emociones, el indio pensaba en las emociones; lo que el pensamiento irradia en los sentimientos y emociones, lo encontramos en la antigua cultura védica, - en el indio el pensamiento se apodera de las sensaciones. En las culturas que sirven más al pensamiento con la memoria, tenemos la cultura heroica, los repertorios extensos que llevaban a la memoria. Mucho fue escrito. Y de las notas de los antiguos persas, de los magos, de los caldeos, surgieron los libros-calendario. A partir de ellos se desarrollaron la astronomía, la astrología, la tecnología, las matemáticas, etc.

Así que el hombre llegó a la carrera en la que comprendió lo que significa: Dios ha cobrado vida en el propio hombre.


La primera raza fue la más fácil de caer. El sentimiento aún no es lo suficientemente fuerte como para que el pensamiento se interiorice realmente.

Cada día que se penetra de nuevo en la doctrina vedanta es fuente de nueva admiración. Por otra parte, nos enfrentamos a la idolatría más salvaje en la que ha caído el pueblo. Sin embargo, las grandes virtudes de la humanidad van siempre acompañadas de las mayores sombras. El apocalíptico intenta hacernos comprender este fenómeno en la iglesia de Éfeso, simbolizada por la secta de los nicolaítas; pretende mostrarnos cómo en la quinta raza lo más exterior convive con lo más elevado.

Visualicemos cómo veían los primeros cristianos su cristianismo.

«Hay tres testigos en la tierra y tres en el cielo». Atma, Buddhi, Manas. Padre, Hijo y Espíritu.

El cristiano primitivo se habría negado a hablar del Padre. Creía que no podía reconocer al Padre de otro modo que a través del Hijo, a través de la palabra: «Nadie viene al Padre sino por mí».

A lo más alto que puede llegar el hombre es al pensamiento, a lo mental. Es característico del hombre terrenal que viva simultáneamente en tres mundos: el espiritual, el mental y el físico - si bien sólo en el físico lo hace conscientemente.

Lo más elevado para todas las religiones era la voluntad creadora del mundo. Si el hombre quiere expresar el pensamiento a través de la voluntad, es en primer lugar a través de la palabra. La palabra es la expresión del espíritu a través de la voluntad. Así decía el cristiano: «El Padre expresó su Espíritu en el mundo mediante el poder del Verbo». Ésta es la segunda persona de la Trinidad, la tercera es el Espíritu Santo, y éste se expresa en la Palabra. El mundo es la encarnación del espíritu y surgió a través de la Palabra de Dios, como la vibración del aire a través del habla humana. Esta Palabra debe considerarse como una segunda persona, como el ser supremo, mucho más personal que la individualidad humana. Para el primer cristiano, este ser supremo se hizo hombre en aquel a quien reconoció como heraldo del Evangelio. Los que no entienden esto, los que quieren interpretar al Verbo hecho carne, no pueden ponerse en la mentalidad de los primeros cristianos. Para los que saben leer el Evangelio está claro que el cristiano ha ascendido a la visión devachánica.

La vida crística tiene algo esencialmente diferente de la vida búdica, y los primeros iniciados lo comprendieron. El tiempo está suspendido, el pasado está presente: así es en el devachán. En la transfiguración de Cristo, los tres discípulos son elevados a la visión devachánica. -

Aquí tenemos algo que no tenemos en la vida de Buda. Buda se hizo luminoso ... aquí se cierra. La vida de Cristo comienza su época más significativa con este hecho. Así decían los primeros cristianos: "Comprendemos bien la predicación de lo que se cumple actualmente a través de las antiguas religiones ... Pero bienaventurados los que creen y no ven.

Lo que antes se conseguía viendo las grandes verdades del mundo dentro de las criptas, ahora también lo pueden experimentar quienes sólo creen. El misterio ha salido al escenario del mundo. La cruz del Gólgota es la misma acción, erguida ante todas las miradas. La antigua enseñanza del misterio tenía que ser llevada ante el mundo de forma popular. Se ha dado un paso que va más allá de las antiguas religiones.

GA090a Berlín, 16 de agosto de 1904 - Sobre el propósito y el hogar del hombre

        Índice


AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

Sobre el propósito y el hogar del hombre


Berlín, 16 de agosto de 1904

Conferencia 54

Sólo gracias a Pasteur la ciencia pudo demostrar que los seres vivos nunca pueden surgir de cosas sin vida: Sólo el aire está lleno de gérmenes de vida; en el supuesto de que se deje pasar a través de las ascuas, no se crea más vida. «Toda vida surge de lo vivo», dice la ciencia moderna. Sin embargo, sigue creyendo que lo espiritual puede surgir de lo físico. A través de la teosofía, sabemos que el alma nunca surge en lo vivo sin que se añada el germen del alma.

En el curso del devenir, lo que carece de vida engendra lo que carece de vida; para que surja lo vivo, debe surgir un nuevo curso con semillas de vida. Pero si ha de surgir el alma, debe surgir una nueva corriente con semillas de alma. Lo inanimado es, pues, la base y el ámbito en el que se plasma lo vivo; nunca su causa. Lo vivo es siempre sólo el ámbito en el que el alma se manifiesta, nunca su causa. Esto es lo que nos lleva a la gran ley de la reencarnación; debemos buscar las causas de todo lo que encontramos en el alma en la propia alma.

La especie nace allí donde las condiciones externas corresponden a la especie. Si no lo hacen, el ser individual perece; la especie se conserva. Lo mismo ocurre con el alma, que en todo su pasado se ha movido en un modo de vida rudimentario, inmediatamente en un buen florecimiento. El alma está relacionada emocionalmente con su entorno; entre los que son iguales, el alma conserva la tendencia a volver a sus hábitos anteriores.

Los cuerpos físicos, kámicos y mentales están compuestos de la correspondiente materia conforme a la ley. La misma ley retorna después de que las sustancias han caído y se ha desdoblado devachánicamente, pero atrae hacia sí una ley afín en su nueva agregación de sustancias. Esta es la ley del karma: cada vida anterior permanece como causa de las vidas siguientes, y las cualidades mentales de las vidas siguientes estarán determinadas por las cualidades mentales de las anteriores, las cualidades kámicas por las cualidades kámicas de las anteriores, y las cualidades físicas por las cualidades físicas de las anteriores.

La mayor dificultad comienza con la encarnación en el cuerpo físico. Sólo en la vida pueden interactuar los tres cuerpos; el cuerpo físico debe convertirse en un instrumento. Sabemos que las virtudes que pugnan hacia arriba y hacia abajo en la vida humana interactúan. La «lucha por la existencia» conduce al estadio inferior de Kamaloka. La «búsqueda del placer», la «falta de dirección» y el «engaño» llevan al hombre a la segunda, tercera y cuarta divisiones de Kamaloka.

La purificación en las tres etapas superiores consiste en las que forman la negación de las tres cualidades superiores: Confundir el símbolo con la cosa; leer la palabra B [ilegible] en la Biblia en lugar del espíritu; el literalismo y el culto al símbolo encuentran su purificación en la quinta región del Kamaloka.

La verdadera piedad es la devoción a lo espiritual. Puede dirigirse hacia lo temporal o hacia lo eterno en el espíritu. Los indulgentes en el reino del espíritu, que practican la bella espiritualidad como una indulgencia, se purifican en la sexta división. En la séptima división están los idealistas que buscan a Dios en la naturaleza, los materialistas teóricos. Los vicios no son otra cosa que las imágenes en la sombra del mundo Kama en nuestro mundo físico.

La rectitud que atrae kama-manas a manas aún debe purificarse, pero en devachan, ya que conduce a la unidad. El sentido de extender la rectitud más allá de los límites del entorno inmediato se despierta en la primera región del devachan. La virtud de la abstinencia de la mundanalidad y la devoción al espíritu se forman en la segunda etapa del devachan. Las personas que son piadosas en el sentido ordinario. - La participación activa en la vida, la expresión externa de la firmeza, se purifica en el tercer reino del devachan. Las personas que tienen iniciativa, no se dejan llevar.

La sabiduría, -quien puede controlar el mundo físico desde dentro-, conduce a la cuarta etapa. Líderes y guías de la humanidad en la cultura exterior, -músicos, pedagogos.

[Quien tiende hacia lo eterno, se convierte en un símbolo. Abstinencia creciente: la verdadera belleza. - Cuando el hombre se deja determinar por lo eterno en lugar de lo pasajero, tenemos la piedad, la vida de la firmeza espiritual. La prudencia elevada a la cima es la sabiduría. La séptima virtud del maná es [hueco en la transcripción].

Así como la balanza del mana puede inclinarse, también [puede] inclinarse la balanza del deseo y producir vicios más duros. Todo está relacionado en Kama; quien está enredado en él ya no tiene que librar una batalla; las entidades que lo desean vienen a él. Cuando la adicción al placer aumenta, el hombre no vive en sí mismo sino en el exterior: Devoción al placer, -quinto vicio. Epidemia - lujuria ... Cuando el hombre está completamente determinado por el exterior, pierde completamente su rumbo, está absorbido por el deseo, entonces aparece el sexto vicio, que lo lleva casi al punto de destruir su propio ser: falta de estabilidad. Si cede a cualquier tipo de engaño, si no ve a través de nada con inteligencia, si el engaño se convierte en torpeza, entonces tenemos la última virtud.

Así pues, la personalidad lo mantiene todo unido, está entre la vida y la muerte. Cuando cae, los dos lados permanecen, empujando hacia arriba y hacia abajo. La medida de los vicios le lleva a Kamaloka, -los otros a Devachan. Mientras la personalidad mantiene unida la lucha por la existencia y la rectitud, el hombre oscila, -cuando se desmorona, es arrastrado en ambas direcciones. La personalidad era el equilibrio. Sin personalidad, las virtudes o los vicios caen en sus propios reinos, en sus propias leyes. Planta - sales - semilla.

Ahora debemos tener en cuenta que todas las virtudes en el hombre se han desarrollado dentro del V.O. del deseo. Mientras un ser viva en lo inferior, se aferra a lo inferior; no puede vivir en lo superior. Todo lo que se aferra al hombre desde Kama debe ser entregado a Kamaloka; sólo entonces podrá ascender al Devachán. Mientras algo físico se aferre a la planta, debe vivir en lo físico. - Kamaloka es el lugar donde debe satisfacerse lo que se deseaba en el hombre; el hombre debe vivir allí sus virtudes, mientras que en la vida sensual la envoltura física podía mantenerlas unidas. - Tánatos, Sísifo.

Hay siete divisiones en ambos reinos, porque para cada una debe haber la erradicación correspondiente; son las leyes para la erradicación de las siete cualidades desarmónicas, y las siete divisiones del devachán están ahí para el despliegue de las siete cualidades armoniosas. Las tres inferiores son para despojarse de las groseras cualidades inferiores, las tres superiores son para purificar la lucha por la existencia, y la superior es para despojarse de la ilusión.

Todo lo que se adquiere como virtud en la vida encuentra su entrenamiento en el devachan, la carga es llevada al devachan. Todo lo que aparece en la vida sensual es lo fenoménico, la apariencia; nos señala lo nouménico, lo que hay detrás de las cosas. Debemos ver la personalidad en este doble aspecto. Esto es también lo que llamamos libre albedrío, lo que se nos da para librar esta batalla. Purificar el vicio a través de la libertad: la escuela de la encarnación. Siempre nuevas interacciones.

El verdadero hogar del hombre es Arupa de Devachan. Desciende a Rupa y se llena del cuerpo-pensamiento. En la región de Arupa ve lo que es su propio yo, goza de la visión directa del Eterno. Ahora debe pasar por la escuela de la existencia. En Arupá nunca entraría en contacto con el mundo de la separación. Ahora debe [transformar] el ver lo eterno en pensar en lo separado.

En primer lugar, el ser humano se rodea de material de pensamiento para poder pensar lo eterno en lo temporal. Esto le lleva al mundo de la separación según rupa.

En segundo lugar, el ser humano se rodea de materia astral para poder sentir lo eterno en lo temporal. - Kama o mundo astral.

En tercer lugar, el ser humano se rodea de materia física para poder desear lo eterno en lo temporal. Ahora se ha encarnado de nuevo y está sujeto a las leyes del mundo físico hasta que emprende de nuevo el camino hacia arriba.

Esto es lo que llamamos el peregrinaje del alma, que conduce a través de los tres mundos. Luego viene el mundo superior, que es el verdadero hogar del alma, el mundo sin forma.

Todos los pensamientos que extraemos de las cosas deben residir en las cosas. Llamamos forma a su cierto contenido característico; pero nada puede formarse sin tener una materia delgada. Lo que visualizamos en el pensamiento-materia está, pues, presente como esencia.

Los tres principios superiores descansan en el interior, mientras que los tres inferiores forman la envoltura exterior. Existen objetiva y subjetivamente. Los tres primeros sólo son subjetivos. No podemos observarlos. En los 4 prana-kama-manas se convierten los pensamientos; aparecen como sombras. Si Manas, el alma, acariciara los pensamientos, éstos se enfrentarían a Kama-Manas de tal manera que serían sus realidades. Según el nivel de conciencia en el que se encuentre un ser, llama real a algo. Si una persona pierde su físico, pierde el principio físico. Pero cuando un principio se oscurece, entra uno nuevo.

Se ilumina dentro del alma. Si pierde prana y kamaloka, entra 9; [si pierde] kama-manas, entra 10. ¿Qué es lo que se activa?

Cuando pierde el kama-rupa, un nuevo ser entra en las profundidades de su alma; éste está relacionado con el kama-rupa, pero tiene una ley diferente. Esto lo atrae al mundo del espíritu. En ocultismo se le llama fuego espiritual. «Vendrá uno que os bautizará con fuego». Lo que entra en lo físico es aquello que contiene todo lo que gobierna lo físico con perfecta sabiduría. Lo llamamos «Mahav» o la «sabiduría cósmica». Resplandece cuando nos despojamos de lo físico.

Las sustancias desaparecen, las leyes se convierten en el principio superior. Lo que se convierte en tendencia y poder vuelve a brillar como principio superior. Cuando libera kama-manas, aquello que es realmente nuestro yo en este mundo, emerge nuestro yo más verdadero - en que somos este ser, nuestra autoconciencia. Ahora nos dirigimos a Manas como nuestro cuerpo, el fuego cósmico del pensamiento que llevamos. Nos dirigimos a Manas como nuestro objetivo, como solíamos dirigirnos a nuestro cuerpo físico. Cuando nuestra autoconciencia despierta, sentimos que somos un ser unificado, que pertenecemos al todo. San Agustín: Los humanos vemos las cosas porque son; las cosas son porque Dios las ve.

Visto desde un plano superior, somos pensamientos del espíritu del mundo que han sido moldeados en una forma. Todas las cosas están realmente presentes en la vida anímica del espíritu del mundo. Cuando nos despojamos de la encarnación, permanecemos en la vida anímica. Lo que llamamos realidad en el sentido ordinario sólo surge cuando los principios superiores se oscurecen y emergen en el mundo de la particularidad.

El hombre como individualidad está sujeto a las leyes que rigen en los seis reinos superiores - como personalidad a las que rigen en los cuatro inferiores. Por lo tanto, los inferiores deben renovarse una y otra vez. El hombre debe morir y reencarnarse porque vive en un mundo sometido a las leyes del nacimiento y de la muerte. No es el hombre quien está sujeto a las leyes del nacimiento y la muerte, sino los mundos inferiores en los que el hombre se encarna de vez en cuando.

El día y la noche cambian, pero la ley es eterna. Llevamos la ley hacia arriba, brilla en su belleza cuando nos hemos despojado de lo físico. El hombre lleva continuamente lo unido, lo eterno al reino superior. La tarea del hombre es sacar del mundo inferior tanto del mundo superior como está oculto en él. Por eso se le compara esotéricamente con una abeja. Debe elevar lo temporal para unirlo a lo eterno. Como no puede hacerlo de una vez, lo hace en encarnaciones sucesivas. Como el mundo no se encarna de una vez, sino en épocas sucesivas, el hombre debe hacer lo mismo. La razón de la reencarnación reside en el desarrollo del mundo. Por lo tanto, no sólo nos redimimos a nosotros mismos sino también al mundo al desarrollarnos, y no cumplimos con nuestro deber hacia el Eterno si no promovemos nuestro desarrollo.

GA090a Berlín, 22 de junio de 1904 - Formas de llegar al conocimiento y la voluntad.

       Índice

AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

Formas de llegar al conocimiento y la voluntad.


Berlín, 22 de junio de 1904

Conferencia 34

El inventor tiene una idea en la cabeza -por ejemplo, un reloj- y luego busca los utensilios. Una vez terminado el reloj, se sabe cómo fabricarlo, se tiene conocimiento del reloj. La idea ha precedido, seguida de la ejecución en la realidad física. Dicha idea se creó a partir del plano mental y luego se transfirió al plano físico. Supongamos que el relojero haya muerto. Otra persona, para copiar el reloj, debe tomarlo pieza por pieza y luego estudiar las leyes para remodelar otras. Así que para remodelar primero se deriva la observación y luego la idea. Por tanto, hay dos formas de adquirir conocimiento: cuando la idea es original o cuando se deriva de la observación.

En lo cósmico, todo se basa en la idea. La llamamos «Mahat», el espíritu universal, conforme al cual se compone todo lo físico. Los seres que están en lugar del relojero no pueden todavía trabajar sobre el plano físico. Los Dhyanis, que poseen las ideas del plano físico, enseñarían a otros, como el inventor, si éste no hubiera muerto inmediatamente.

Doble forma de enseñanza: La forma original de enseñanza, que las naturalezas puramente espirituales, -tales como los Dhyanis-, transfieren directamente las ideas al mental, de la raza precedente; una enseñanza por transmisión directa de la intuición. Los primeros seres humanos fueron así enseñados de la misma manera que uno es enseñado por los creadores; más tarde como por aquellos que aprendieron de los objetos del plano físico. La naturaleza también contiene un vestigio de este tipo de influencia directa. Así como hoy el castor construye, crea su presa de tal manera que un ingeniero no podría crear el ángulo mejor con todo el arte de la razón. El castor tiene este tipo de absorción en un estado degenerado. Hubo un estado en el que la gente también obtuvo la sabiduría y construyó sus estructuras. El lago Moeris, que ya no existe, pero que una vez se construyó artificialmente en Egipto, con un sistema de canalización que hoy no podría inventarse. La humanidad supo una vez hacer más, pero de otra manera, no en formas matemáticas abstractas, sino en formas simbólicas. Una entrada inmediata de Mahat; una salida del plano físico de Mana desde Mahat.

Hubo un tiempo en el que la gente debido a la condición de su ser, también obtenía la sabiduría y construía sus estructuras. El lago Moeris, que ya no existe, pero que una vez se construyó artificialmente en Egipto, con un sistema de canalización que hoy no podría inventarse. La humanidad supo una vez hacer más, pero de otra manera, no en formas matemáticas abstractas, sino en formas simbólicas. Una entrada inmediata de Mahat; una salida del plano físico de Mana desde Mahat.

Hoy en día hay que calcular cuidadosamente cómo se han de colocar las vigas; en aquellos tiempos se tanteaba, se podía hacer más en el sentido de la enseñanza; la telepatía directa de hombre a hombre - un influjo de la voluntad en la glándula pineal. Entre los pueblos antiguos todavía existen instituciones similares que parecen sin sentido: [Couvade,] el puerperio del hombre. La opinión de que esto tiene un significado correspondientemente favorable para el niño proviene de la época en que las fuerzas psíquicas todavía funcionaban vivamente, de modo que los procesos psíquicos por parte del hombre funcionaban tanto como los físicos por parte de la mujer. [Couvade:] un reposo, una concentración de las fuerzas psíquicas del padre para el bien del niño.

Se produce un descenso, un tipo diferente de transmisión del conocimiento y de la voluntad, debiendo conquistarse de nuevo desde abajo. Entonces no era necesaria la recepción de los sentidos para recibir mmmm Mahat; el guía de la raza no necesita, pues, tener un órgano refinado de entendimiento, sino el tercer ojo. Esta es la organización del hombre-león. Es más diferenciada; espiritualidad por un lado, naturaleza animal por otro.

La forma de enseñar comienza desde abajo: la espiritualidad se ha vuelto más tosca. Comienza con la sensación; mahat comienza a penetrar desde fuera. La comprensión del mundo fluye a través de los sentidos. Así, la impresión externa se convierte en un motivo de reflexión para él. Su intelecto es todavía muy pequeño, el primer impulso; la persona que entonces está en el nivel más alto, el líder, leerá la escritura del espíritu del mundo por todas partes, pero todavía no tiene memoria. Este espíritu enano que mira el firmamento, -que deriva la astrología de las impresiones de los sentidos-, está simbolizado como un avatar, por el enano: la primera visión de Mahat fuera de la mente. Uno olvida inmediatamente, pero mira al suelo, no cavilando, pensando, sino mirando.

Astrología y alquimia, la visión del objeto, qué leyes tiene.


(1) Mahat viene primero del exterior a través de la sensación, desarrollada en el interior.


2. a través de la imaginación, donde retiene la sensación, de memoria; el hombre sólo recibirá Mahat cuando se acerque a él a través de la imaginación.

Esto tiene dos etapas, a saber, la fusión de Mahat en la imaginación.

El desarrollo de Rama: en primer lugar, el Rama del centro y, en segundo lugar, el Rama de la vida imaginativa desarrollada.

Lo siguiente es que el hombre ya está formando conceptos.

Por ejemplo, las cerezas de belladona, la imaginación se forma a partir de la experiencia externa. Las cerezas de belladona no son comestibles; concepto: donde hay tal sustancia, el objeto no es comestible.

Avatar - Krishna, que llena el mundo de ideas aplicables al plano físico, aplicables en todas partes, hechas a su medida, aunque se ciernen muy por encima de él.

Una vez que el hombre ha crecido hasta la formación de ideas, la sabiduría, la fuente de ideas de la que ha brotado el mundo, se revela de nuevo. Se percibe la idea misma: líder de Buda, adecuada para una humanidad que vive enteramente en el plano físico, pero que ya asciende a la espiritualidad.

La mitología, el cielo estrellado visto por el sabio, poblado, degenera en idolatría y se eleva por otro lado como doctrina de ideas.

La pureza del Bhagavad Gita, lleno de ideas, abandonando la mitología, degenera en misticismo por un lado y se eleva a la sabiduría por el otro, -descendiendo al materialismo perfecto y al mecanismo, ascendiendo al cristianismo.

domingo, 11 de mayo de 2025

GA090a Berlín, 28 de mayo de 1904 - Sobre el Significado de las Partes Más Antiguas del Antiguo Testamento

        Índice


AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

Sobre el Significado de las Partes Más Antiguas del Antiguo Testamento


Berlín, 28 de mayo de 1904

Conferencia 27

Quería hablar un poco más sobre el significado de las partes más antiguas del Antiguo Testamento antes de pasar a otras cosas. A menudo les he dicho que, en lo que respecta a la interpretación del Antiguo Testamento, se llega a un punto en el que uno empieza a poder tomarlo más o menos al pie de la letra. Ahora bien, en el siglo XIX vivimos una época que era lo menos adecuada posible para comprender algo parecido a los cinco libros de Moisés. Quien comprende estos cinco libros de Moisés se ve a sí mismo aumentar no sólo su visión del mundo, sino también su aprecio interior y su reverencia por todo lo que nos habla en las Escrituras, como algo que no es sólo una voz humana, sino, -digámoslo de momento de forma indeterminada-, algo que nos suena desde esferas superiores a las esferas humanas.

De hecho, podríamos remontarnos, y quizá lo hagamos, al origen, a las verdaderas teorías originales de tales escritos, a los primeros instigadores. Pero hoy no queremos hacer eso. Queremos tocar la cuestión que se remonta a un hecho histórico, en primer lugar, que no puede establecerse hoy con los medios externos de la escritura, pero que surgirá como una cuestión de rutina una vez que el movimiento teosófico haya echado raíces. En primer lugar, me gustaría considerar un hecho histórico. En la época en que arraigó el cristianismo, cuando vivía Jesús de Nazaret, existía en Alejandría la famosa escuela de Filón. Entre las muchas y variadas enseñanzas que impartía este Filón, las más destacadas eran las que daba a sus alumnos sobre los cinco libros de Moisés.

Observo que entre estos discípulos se encontraba el evangelista que escribió el Evangelio de Juan. Así que en el cuarto evangelio vive el espíritu, que vivía en las escuelas egipcias. Esta interpretación requería una idiosincrasia espiritual muy especial, y Filón afirmó primero a sus discípulos que estos cinco libros de Moisés no se escribieron para expresar lo que se narra inicialmente en ellos, sino que esto era sólo un ropaje exterior para expresar profundas verdades humanas interiores. Línea por línea en el Antiguo Testamento debe entenderse simbólicamente, simbólicamente para los procesos internos humanos, para tales procesos que también tuvieron lugar al mismo tiempo en el tiempo, es decir, los acontecimientos tuvieron lugar entre los mejores del pueblo durante muchos cientos de años, desde el momento en que Abraham emigró a la tierra de Canaán hasta el momento en que los judíos fueron llevados al cautiverio babilónico. Hubo acontecimientos que tuvieron lugar no externamente, sino en las almas, que, sin embargo, estaban conectados con acontecimientos históricos. Pero no se pueden entender los acontecimientos históricos si no se conectan con los acontecimientos interiores. Por encima de todo, los estudiantes se adentraban en un estado de ánimo en el que todo el Testamento se les aparecía como una revelación del ser humano interior.

<Les daré algunas muestras ahora mismo. Lo que les he contado era considerado por los eruditos del siglo XIX como un mero mito, especialmente las explicaciones dadas por Filón. Él todavía las daba de manera enfática en la argumentación oral. Todo lo que ha llegado a la posteridad se consideraba una interpretación alegórica a la que no se podía añadir nada más. En el siglo XIX se decidió permanecer sobre todo en el plano físico y examinar los hechos que se presentaban al historiador. Aunque se dudara de la cronología de la Biblia, aunque se abandonara la idea de que el mundo fue creado 4000 años antes del nacimiento de Cristo, a principios del siglo XIX se tomó la Biblia como una especie de documento histórico, como algo que nos daba información sobre acontecimientos históricos. Los acontecimientos que se relataban, -aunque se relataran de forma inexacta-, se tomaban como si importaran. Ahora hablo desde el punto de vista de la investigación académica externa. Las otras cosas que ocurrieron en el ámbito oculto fueron ignoradas.

Sin embargo, el logro de descifrar la escritura cuneiforme reveló algo. Resultó que las historias que se encuentran en el Antiguo Testamento también se pueden encontrar en las leyendas y mitos babilónicos. En particular, describen una creación del mundo muy similar a la bíblica. La historia de la Caída del Hombre también se cuenta de forma muy similar en los mitos babilónicos. El contenido de las importantes impresiones de sellos es significativo. Se trata de la impresión que muestra a dos personas sentadas bajo un árbol con una serpiente. Hemos representado la Caída del Hombre en una impresión de sello que es mucho más antigua que las propias escrituras. En escritura cuneiforme tenemos la historia de la Caída del Hombre, la salvación de la humanidad similar a la de Noé y así sucesivamente, de modo que se hizo evidente que la opinión de que el documento del Antiguo Testamento se basaba en la revelación divina, que fue dado directamente a Moisés por Dios, no podía sostenerse. Ni que decir tiene que los eruditos seculares han llegado a la conclusión de que los judíos no recibieron estas leyendas como revelaciones, sino que las trajeron consigo cuando descendieron de su patria tribal y que recibieron influencias del exterior después.

Cuanto más se avanza en el Antiguo Testamento, más claro resulta. Debemos suponer que lo que se nos dice sobre José, que vivió en la época de los faraones y que ayudó a los judíos a alcanzar una posición respetada en Egipto, es correcto. Y también hay que suponer que también existió ese Moisés.

Al menos existía la sensación de que habría una historia en común. En épocas posteriores, los documentos históricos han vuelto a erosionar el terreno de la investigación puramente histórica. Tenemos documentos que atestiguan que en la época en que tuvo lugar la historia de José vivían en la tierra de Canaán pueblos que no podemos describir de otra manera que como hebreos y que acudieron al faraón en busca de ayuda en una hambruna. Estas cartas están escritas en babilonio y dirigidas al faraón egipcio. Esto demuestra que la lengua babilónica debía de gozar de gran estima. El idioma de los educados en aquella época era el babilonio, igual que el francés lo era en nuestro país en siglos anteriores.

Pero ha surgido algo más. El personaje de José se ha vuelto muy dudoso. La historia ha ido evaporando poco a poco esta figura. Resultó que una personalidad que fue gobernador en un país judío era idéntica a José, de modo que el relato de la Biblia corresponde a un gobernador que no pudo haber vivido a lo largo de la historia. En la corte faraónica, estaba a favor de las peticiones de los judíos a los faraones. Por tanto, no tendríamos un José que hablara en nombre de su pueblo como dice la Biblia, sino que asumió el papel de gobernador de los judíos y que también hicieron el viaje egipcio en aquella época. Hoy en día parece más dudoso que nunca que el éxodo de los israelitas a Egipto se produjera realmente. Es bastante imposible que la retirada bajo Moisés pudiera haber tenido lugar de la forma en que se cuenta. Se nos dice que los judíos se internaron en el desierto, como si ningún otro pueblo hubiera estado allí. Pero precisamente en aquella época, esta región debía de estar habitada por otros pueblos que habrían opuesto una poderosa resistencia. Así que si entendemos todo esto literalmente, todo queda en el aire.

La [historiografía] profana ha contribuido a desgarrar la Biblia. Cuando el crítico empieza a criticar, se ve ante la nada. El crítico debe acabar así: No puedo decir nada. Puede ser así, pero también puede ser de otra manera; ésa es la conclusión a la que necesariamente debe llegar el crítico profano.

Sólo puedo darles un esbozo de esto. Pero si ustedes revisaran el asunto, lo examinaran a fondo, encontrarían, -como les he indicado-, que el resultado no puede ser otro que el que he indicado: Mayor crítica y absoluta falta de resultados. Esto probablemente tendría el efecto de que la gente se preguntaría: ¿Son entonces correctas esas interpretaciones dadas por Filón de Alejandría, de que se trata sólo de un juego con las palabras, o acaso los documentos antiguos están escritos en el sentido que Filón de Alejandría aún podía conocer, pero que luego fue olvidado?

No sólo en el primer libro de Moisés, sino también en los libros posteriores, se puede encontrar una respuesta si se los examina esotéricamente y si uno se pregunta: ¿Tuvo lugar literalmente como parece estar escrito allí, o fueron los escritores los que propugnaron el esoterismo, fueron espíritus que asociaron un significado interior a lo que representaron exteriormente? El conjunto de las regiones en cuestión, de las que se dice que Abraham las recorrió, que Abraham debió habitar en ellas en el período que precedió a una gran invasión de los pueblos, las regiones al norte del Éufrates; Persia, la India, pero también Egipto, todas estas regiones estaban plagadas de escuelas ocultistas. Fueron más o menos dejadas en paz, sobre todo hasta el año dos mil quinientos antes de Cristo. Pero a mediados del tercer milenio, antes del nacimiento de Cristo, se produjeron grandes migraciones de pueblos. Lo que se conoce como el pueblo babilónico también se asentó allí más o menos en esta época. En el pasado, había aún más pueblos que sabían lo que significaba el gobierno sacerdotal.

En todas estas áreas había siete grados de iniciación. El primer grado era el de los «cuervos». Los iniciados de este grado eran los encargados de conectar el mundo exterior con los lugares ocultos. Por lo tanto, los cuervos son los exploradores que traen noticias del mundo exterior al que está dentro del templo, a partir de las cuales encuentra la posibilidad de trabajar. Cuando el viejo Barbarroja pregunta de siglo en siglo si los cuervos siguen volando alrededor de la montaña, esto no es más que una interpretación oculta de si la conexión con el mundo exterior sigue existiendo.

En el segundo grado de la iniciación, los que podían utilizar la palabra eran los que habían aprendido tanto que les inspiraba la vida espiritual. Se les llamaba los luchadores.

En el tercer grado de iniciación estaban los que podían trabajar a través de la acción, los que se mantenían firmes gracias a su fuerza. Se les llamaba los «leones». El luchador es el que obra mediante la palabra, es lo que también se llama profeta. Pero los que se han convertido en leones obran mediante la acción. Sin embargo, su efecto a veces pasa más o menos desapercibido. A menudo ni siquiera se les reconoce.

A los iniciados en el cuarto grado se les llamaba «ocultistas» [que trabajaban dentro del templo].

Los iniciados en el quinto grado se llamaban en cada país como se llamaba el [pueblo] en cuestión. En la India se les llamaba: «El Hombre».

En todas partes se llamaba «caminantes del sol» a los iniciados del sexto grado. Su vida se había vuelto tan rítmica que era tan regular como el curso del sol. Habría causado confusión si se hubiera desviado de su camino, del mismo modo que el sol causaría confusión si diera un paso fuera de su órbita. Los viajeros del sol eran los llamados a gobernar las naciones. Los reyes de Oriente Próximo, Asia Meridional y Egipto estaban preparados para ello por haber sido iniciados en el sexto grado. Así, en los gobernantes de Egipto encontramos viajeros solares que habían alcanzado un alto grado de desarrollo, que comprendían el lenguaje secreto del mundo y que también sabían vivir los secretos espirituales. Se decía de tales personas que llevaban una vida como el sol y que el sol, la luna y las estrellas se inclinaban ante ellos, del mismo modo que la luna y las estrellas se inclinaban ante el sol.

En varias leyendas y mitos se habla de estos caminantes del sol o héroes del sol. Hércules no es más que un héroe solar. Los doce trabajos son el paso por las doce imágenes del zodíaco. Jasón también es un viajero del sol, que partió de la dura tierra de los bárbaros para buscar el vellocino de oro. Así se pueden encontrar mitos con héroes solares entre los diversos pueblos. Los eruditos se han preguntado a menudo por qué los héroes de los mitos se representan de formas tan similares. Se han preguntado por qué la vida de Buda, la de Hércules y Zoroastro, la de Osiris y la de Cristo son tan parecidas. Si hubieran sabido que se trataba de iniciados de sexto grado y que simplemente se había contado la vida de un viajero del sol, no se habrían sorprendido. Incluso la narración de Cristo forma parte de ella, y de ella se desprende claramente que se trataba de acontecimientos reales en sus vidas, pero que estaban predeterminados por sus hermanos. El curso de sus vidas estaba trazado con miles de años de antelación. La vida de un caminante del sol estaba descrita de antemano, porque la vida de un héroe así se ha desarrollado de la misma manera durante miles de años.

Me gustaría llamar su atención sobre la historia de José. Léanla y escuchen lo que me gustaría haberles dicho para guiarles. Israel, el padre de José, le hizo una túnica de colores. Entre los persas, los iniciados en el quinto grado se llamaban «persas», entre los israelitas se llamaban «Israeb». Era un hecho real que los iniciados en el quinto grado se inclinaban ante los iniciados en el sexto grado en un día determinado. José contó a sus hermanos su sueño sobre las gavillas que se inclinaban ante las suyas, ante lo cual los hermanos le dijeron: "¿Deberías convertirte en nuestro rey y gobernarnos? - Pero ellos no lo entendieron todo. Ahora habló aún más claro al contar a sus hermanos otro sueño: «He aquí que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí». Aquí José hablaba de que quería ser iniciado en el sexto grado. - Arrojémosle a una fosa, dijeron los hermanos. La «fosa es el lugar de la iniciación». Un «animal salvaje» ha desgarrado a José. El desgarro de las vestiduras terrenales es la muerte de los humildes. La historia nos muestra que José se ha convertido en un caminante del sol, un héroe del sol.

Egipto era el lugar de los templos donde se encontraban los más altos iniciados. El séptimo grado es el grado de los «padres». Abraham pertenecía a los Padres sólo en Caldea. Entonces Moisés también pudo ser iniciado en los misterios egipcios a través de José, y de ahí surgió lo que Moisés transmitió a su pueblo.

Esta es una muestra de la enseñanza que Filón daba a sus alumnos. Los eruditos no tenían ni idea de que aquí se estaban produciendo acontecimientos espirituales, sino que creían que se estaban describiendo hechos históricos reales. Pero ahora también nos damos cuenta de por qué a la crítica bíblica no le queda nada. No se atiene al contenido real, sino que lo deja escapar.

Los judíos de las primeras comunidades cristianas relataron la iniciación de Jesús de forma similar. La clave está en los antiguos comentarios que existen para la Biblia y los Vedas.

[Los procesos espirituales que deben leerse esotéricamente son también los cuentos de hadas, por ejemplo «Los siete cabritillos». - La crítica externa siempre deja escapar el contenido real, toma los símbolos como hechos. - La crítica externa no tiene las claves, no sabe leer esas cosas).

La próxima vez repasaré una de las historias más significativas que han oído a menudo, pero cuyo significado interno es infinitamente más profundo que casi cualquier otra cosa: la historia de Caín y Abel. Por un lado, tenemos el homicidio de Caín, y por otro, toda la raza humana deriva de Caín. El gran misterio reside en que Abel ofrendaba los animales del bosque y Caín ofrendaba los frutos del campo.

GA090a Berlín, 24 de diciembre de 1904 - La cosmología y el desarrollo de la conciencia

       Índice


AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

La cosmología y el desarrollo de la conciencia


Berlín, 24 de diciembre de 1904

Conferencia 73

Examinemos algunos hechos cosmológicos. La evolución se centra en el desarrollo de los estados de conciencia. El estado actual de conciencia es una etapa, es la cuarta. Ha sido precedido por tres y será seguido por tres. Ahora estamos en el estado de vigilia.

El vidente, mirando hacia el pasado, descubre que a este le precedió un estado de sueño; algo más ligero que en nuestros animales más desarrollados; y más nebuloso, pero más completo de lo que el hombre de hoy puede imaginar. Esta conciencia incluía el mundo vegetal. Entonces el hombre podía ver la vida fluyendo a través de las plantas, germinando, brotando. Es algo que todavía encontramos en algunos médiums: un estado de conciencia más nebuloso pero más completo.

Antes de eso, encontramos un estado que podemos llamar trance dormido; es aún más nebuloso y aún más completo; Las entidades eran capaces de ver no sólo la vida, sino también directamente el dolor y la alegría; Hoy solo podemos ver los gestos de la misma. El estado de sueño simbolizaba el dolor y la alegría a través de la forma, tal como los sueños todavía simbolizan hoy en día. Todo se expresaba en formas simbólicas en aquellos días, y nuestra simbolización actual es un atavismo del estado anterior de conciencia. Incluso el trance dormido, esta conciencia del dormir sin sueños, todavía puede ser estudiada en los médiums de hoy.

El tercer estado de conciencia, mirando hacia atrás, es el trance profundo; También se le llama trance inducido. Es muy raro hoy en día, pero se puede lograr en estados patológicos, y entonces el médium construye cadenas de mundos.

Así que hemos llegado a conocer cuatro estados de conciencia: el trance profundo, el sueño sin sueños, el estado dormido y la conciencia diurna de vigilia. El hombre ha pasado por estos cuatro estados. Lo conseguido en cada etapa debe resumirse y trasladarse en semilla a la siguiente.

Esta reunión se llama Pralaya, el desdoblamiento se llama Manvantara; El estado de conciencia en sí mismo se llama planeta.

El siguiente estado que nos espera es el estado psíquico, que es similar al anterior y está asociado a una expansión, pero al mismo tiempo a un mantenimiento del estado de conciencia de vigilia. La conciencia ahora avanza en etapas: la expansión ocurre, pero con una conciencia diurna alerta. Este es el desarrollo del clarividente. Todas las enseñanzas teosóficas provienen de este estado expandido de conciencia diurna. Este estado psíquico de conciencia ahora concede al clarividente una visión de la hermosa corriente de vida que se puede ver fluyendo a través de todas las plantas; se puede ver cuando se resta la planta, se puede comparar mejor con el color de una flor de durazno y también se puede ver en los humanos, solo que nublado por Kama.

La siguiente conciencia suprafísica se extiende a todas las sensaciones, al dolor y a los sentimientos. El clarividente aprende a verlos cuando puede ver el cuerpo astral, y también el mundo mental inferior.

El estado espiritual más elevado de conciencia proporciona una visión del mundo mental superior y se extiende a los planetas.

Por lo tanto, todo desarrollo posterior se basa en siete estados de conciencia.

Cada estado de conciencia tiene siete etapas de vida por las que pasar. A estos también se les llama los siete reinos. Ellos son: el primero, el segundo, el tercer reino elemental, el mineral, el vegetal, el reino animal y el reino humano.

El cuerpo físico ya ha pasado por las siete etapas, el cuerpo astral solo penetrará en ellas en la siguiente ronda.

El paso a través de un reino se llama ronda.

Cada estado de vida debe pasar a su vez por siete estados de forma.

Entre cada estado de vida y el siguiente hay otro pequeño pralaya.

Los estados de la forma se designan como arupa (el que en realidad sigue sin forma, que sólo se esfuerza por desarrollarse), rupa, astral, físico, plástico, intelectual, arquetípico. El séptimo estado es el resultado de los seis anteriores; Una vez que el Chela ha sido capaz de formarse plástica e intelectualmente, crea, por así decirlo, el esqueleto al que pueden adherirse los siguientes, que a su vez tiene que brotar del germen. Es el arquetipo.

Más allá del estado espiritual de conciencia está la maestría; El estado espiritual de conciencia es el más alto que el chela puede alcanzar, en el que puede ver por encima de todos los demás. Después de eso, comienza la maestría para él.

Nuestro estado físico actual brillaría para el clarividente en un color que se asemeja más a un hermoso verde; el estado astral en un amarillo brillante; el estado en forma de rupa en naranja; El estado en forma de arupa en rojo rosa. Los tonos de color de las futuras fases son azul, índigo, violeta.

En el lenguaje esotérico, los planetas precedentes se llaman la "luna" y el sol.

El estado de conciencia que alcanzó el hombre en la luna dio un resultado, al igual que el anterior; El primer estado de conciencia dio el resultado más profundo.

El místico encuentra dentro de sí mismo lo que veía esparcido a su alrededor; Lo que ahora es nuestra vida interior antes estuvo a nuestro alrededor; Lo que es ahora nuestra vida con el mundo será más tarde nuestra vida interior; Tenemos que asimilar todo. Toda nuestra naturaleza exterior se desvanecerá, pero se convertirá en vida interior. Lo que se extiende se llama evolución, lo que se reúne se llama involución.

Así, el místico encontrará las primeras etapas de expansión dentro de sí mismo cuando profundice en sí mismo. El resultado de estas primeras etapas es la conciencia del yo; la tierra tiene la tarea de desarrollar esta conciencia del yo, como la llama Ahamkara, el indio.

La capacidad de percibir está ligada al tercer estado de conciencia, el del sueño onírico; El místico lo experimenta de nuevo, nadando directamente en la corriente de la vida, y lo experimenta en un grado aumentado, ya que transfiere su conciencia actual a ese estado. El indio llama a este estado Chita, el lenguaje místico lo llama "las aguas, el mar de la vida"; Suso, Ruysbroek, Böhme, hablan de una "fusión en la tintura celestial", de una "degustación de la vida", a través de la percepción directa de los estados anteriores, que se encuentran de nuevo en las profundidades de la conciencia. Es un viaje en el tiempo, no en el espacio.

Si se retrocede aún más, se encontrará un estado de conciencia que sólo es conocido por el chela que ha mantenido la continuidad de la conciencia incluso mientras duerme. Las leyes de la naturaleza son lo único que puede ser captado de este estado de conciencia. Hoy en día están presentes en el rudimentario manas; Manas es lo que queda de ella. El chela percibe los pensamientos en un estado de sueño profundo, devacán. Este estado se crea elevando el sueño sin sueños a la conciencia. El indio lo llama

El último estado de conciencia, en el que se experimenta todo lo que se puede ver en las rondas y en el desarrollo planetario, es la deificación o unión con Dios, de hecho: la unión con el poder creativo primordial de un cosmos. "Mokscha" es como lo llaman los indios. El chela sólo lo alcanza inmediatamente antes que la habilidad. Lo que brilla en el hombre no es sólo la percepción de los pensamientos, sino también del "yo". Es una fusión con la humanidad; es el conocimiento: Budhi. Esa enseñanza, que ha fluido de la visión consciente de Budhi, se llama por lo tanto "Budismo Esotérico".

Así nos hemos familiarizado con los estados de conciencia que acabamos de describir bajo los nombres: Ahamkara, Chita, Jujuksha o Manas, Mokscha o Budhi.

A través de Ahamkara, el hombre se vuelve consciente de sí mismo.

A través de Chita, se da cuenta de las expresiones de los seres que lo rodean.

A través de manas, se da cuenta de la vida interior de los seres.

A través del budhi, de la esencia de los seres que le rodean.

A este hilo continuo de desarrollo, que lleva los estados de conciencia a través de 343 etapas, lo llamamos el Pitri.