martes, 2 de enero de 2024

GA158 Sin fecha en una conferencia sobre la canción del sueño de Olaf Ästeson

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RUDOLF STEINER


SOBRE LA CANCIÓN DEL SUEÑO DE OLAF ÄSTESON

Sin fecha

discurso 

Se va a proceder a recitar un importante poema popular. Trata del joven Olaf Ästeson, que vive en la leyenda del pueblo noruego. El sueño de este Olaf Ästeson se cuenta en forma de auténtica poesía popular. Un sueño que el pueblo imaginó colmado de un largo dormir de trece días y noches, esas trece noches y días que median entre la Nochebuena y la Epifanía, el 6 de enero. Estos trece días desempeñan un papel en muchas tradiciones populares. Si se quiere entender lo que se expresa en tales tradiciones, hay que imaginar cómo se sentían hace relativamente poco tiempo los habitantes de las regiones rurales y montañosas, que vivían en estrecha armonía con el curso de la naturaleza.Se sentía diferente cuando las plantas brotaban de la tierra en primavera que cuando el suelo se extendía desnudo en otoño; diferente cuando el sol ardía ardiente en el cielo el día de San Juan, y diferente cuando las nubes de nieve ocultaban todos los rayos del sol en diciembre. En verano, el alma vivía con la naturaleza; en invierno, se replegaba sobre sí misma, vivía dentro de sí misma. Este repliegue del alma sobre sí misma se hacía especialmente intenso hacia la Navidad, cuando las noches son más largas. Y era entonces cuando el alma se retiraba del mundo exterior, como lo hacemos cuando dormimos, cuando los ojos ya no ven y los oídos ya no oyen. Se producía un recogimiento del alma, ensimismada en sí misma, que llegaba a ser como una ensoñación especialmente en el caso de personas que tenían esa tendencia. Algunas almas experimentaban entonces su inmersión en el mundo espiritual de un modo particularmente vívido. Todo lo que sentían sobre la culpa y el pecado, sobre la esperanza de la vida y las penas del alma se les presentaba. Y así como los sueños adquieren formas especiales cuando se acerca la mañana y el primer rayo de sol pasa sobre el rostro aún dormido del soñador, así también las cavilaciones y ensoñaciones del alma adquieren una forma especial cuando, a partir de Navidad, el sol comienza a aparecer de nuevo más temprano en el día, cuando se siente la proximidad de la nueva mañana natural. Cualquiera que haya vivido alguna vez con gente del campo o de la montaña estará familiarizado con las experiencias oníricas de que las que aquí tratamos, que introducen el alma de las personas en otros mundos. En el presente, sin embargo, ya no hay muchas experiencias de este tipo. De hecho, desaparecen cuando las locomotoras y las chimeneas de las fábricas invaden el paisaje. En muchas regiones, incluso las leyendas de aquellos antiguos mundos de ensueño se han desvanecido. En regiones que han adoptado aún menos la nueva cultura industrial y del transporte, como algunas zonas de Noruega, se han conservado partes tan bellas de esas leyendas como nuestra canción de Olaf Ästeson. La leyenda se remonta a tiempos antiguos, pero recientemente ha revivido entre el pueblo noruego y se está extendiendo rápidamente, de modo que hoy mucha gente vuelve a conocerla después de haberla perdido durante mucho tiempo.

En ella se narra un largo sueño de Olaf Ästeson, en el que él experimenta el destino de las almas después de la muerte. Se basa en la idea de que después de la muerte el alma vaga por los mundos estrellados, que llega, por ejemplo, a regiones donde están próximas las constelaciones de Tauro, la serpiente celeste y el perro, que llega a la vecindad espiritual de la luna. El alma entra en estos mundos cruzando el puente de Gjallar, que conecta el mundo terrenal con el espiritual. En muchos cuentos populares, el arco iris se representa como este puente. Una parte de este mundo espiritual es Brooksvalin, donde se pesan los actos de las almas en vida y se les aplica una retribución. Toda la forma en que la canción describe la experiencia apunta a la época en que se formó a través de la poesía popular. Las ideas sobre la vida después de la muerte aún no eran del todo cristianas en aquel tiempo, sino que eran en parte las que se formaron en los antiguos tiempos paganos. Pero la época en que Olaf experimenta su sueño se presenta ya como la época cristiana. Esto se demuestra no sólo por el hecho de que cuenta su sueño ante la puerta de la iglesia, sino también por el hecho de que las ideas cristianas de Micael y Cristo se interponen a las ideas paganas del puente de Gjallar y Brooksvalin. De hecho, en la aproximación de Cristo desde el sur se puede reconocer directamente la penetración del cristianismo en Noruega desde desde el sur. Se trata de un cuento popular que probablemente tenga entre ocho y nueve siglos de antigüedad, porque ese es el tiempo que hace que el cristianismo entró en Noruega.

Al recitar este poema, nos gustaría dirigir vuestras miradas espirituales a la vida del alma del pueblo, que, a través de la creación de leyendas como la de Olaf Ästeson, demuestra que era consciente de su conexión con el mundo espiritual, que experimentó imágenes interiores de esta conexión, lo que le dio la certeza de que el mundo espiritual tiene existencia. Para cualquiera que se hubiera acercado a Olaf Ästeson y le hubiera dicho: no existe tal cosa, la ciencia natural lo ha demostrado: Olaf Ästeson lo habría mirado con lástima, habría sonreído comprensivamente y le habría dicho: hay más cosas en el cielo y en la tierra de las que tú sueñas con tu sabiduría escolar.

Traducido por J.Luelmo ene 2024