AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS
RUDOLF STEINER
Épocas y Condiciones Cósmicas y su correspondencia en el Desarrollo Humano.
La Octava Esfera.
Berlín, 10 de noviembre de 1903
Conferencia 3
En el contexto del gran cosmos, el cosmos terrenal se denomina cosmos del amor divino, el cosmos precedente cosmos de la sabiduría y el cosmos siguiente cosmos del fuego divino. Aparte de estos tres estados, es bastante difícil para el ojo de los videntes ver hacia delante o hacia atrás.
En este desarrollo cósmico también puede observarse una especie de paralelismo con el desarrollo humano. El cosmos que precedió al cosmos lunar se denomina cosmos de la omnipotencia divina. A éste le precedería el cosmos del ser. El sexto es el cosmos de la divinidad, el séptimo el cosmos del ser. En el «Budismo Esotérico» de Sinnett se encuentra un término que siempre queda sin explicar: la llamada octava esfera.
Entonces tendríamos que distinguir entre la esfera terrestre, las tres que la preceden y las tres que la siguen. Permítanme explicarles una ley cósmica básica describiendo cómo es un cosmos al final de su desarrollo. Durante su evolución desarrolla siete rondas y siete razas. ¿Qué ocurre ahora cuando el ser o la sabiduría entran en el pralaya y deben pasar a la época siguiente? La suma total se introduciría en una semilla y pasaría al nuevo cosmos. En la transición de una evolución cósmica a la siguiente, tiene lugar que cierto resultado es enviado al Pralaya, y el resto permanece. El resto de nuestro antiguo cosmos es la Luna. A ella pertenecen también las fuerzas que están en ella y sobre ella. Está rodeada de fuerzas cósmicas. Lo mismo ocurrirá cuando la Tierra pase al siguiente estado. Todo kama y kama-manas serán purificados en el manas superior. Los futuros habitantes tendrán un sentido de la vista más activo. Habrá una visión astral de los subhumanamente evolucionados y una visión astral de los sobrehumanamente evolucionados. La visión astral de los hombres de la Luna era indiferenciada de nuestra visión. La visión de los humanos del futuro será aún más diferenciada.
Por tanto, el resto, la octava esfera, sigue presente en las otras siete esferas cósmicas. Así pues, la luna forma nuestra octava esfera con la masa kama. La luna está relacionada con el desarrollo químico del ser humano, con el desarrollo del embrión y con toda la vida sexual. Las bases para ello se sientan en la época lunar. El cuerpo humano se prepara sabiamente con mucha antelación. La vida instintiva debe prepararse de tal manera que pueda expresarse como lo hace en la Tierra. La vida instintiva debe sentir hambre, y el físico debe ser tal que se estimule el instinto del hambre. La estimulación del hambre tiene lugar en la esfera astral. El efecto se manifiesta en el cuerpo físico.
Sólo en la cuarta ronda aparece el doble género. Antes no existía. Permítanme recordarles a Adán-Kadmón. En la naturaleza como tal, el ser bisexuado no estába realmente previsto. En realidad tampoco la necesita. Sabemos que para la reproducción no es necesaria la doble sexualidad. Hoy en día hay muchos seres que no son bisexuados. Un ser surge a partir de otro. La naturaleza sólo se acomodó al plan mental superior. Trabajó en la dirección de crear seres lo más diferenciados posible. Después de dos mil años, un ser humano no encontraría un cuerpo significativamente diferente, sino una mezcla de rasgos de carácter paternos y maternos. Se produce así una mayor mezcla de cualidades. El desarrollo físico no es más que el otro polo del desarrollo mental, es la imagen reflejada.
La Luna está todavía revestida de todas las épocas lunares; se empeña constantemente en hacer retroceder de nuevo al hombre a las épocas lunares. Así pues, trabaja continuamente en el hombre para detenerlo en su esfuerzo por alcanzar el Manas superior.
La luna se separa. Esta sección contiene las fuerzas que los magos negros son capaces de sacar.
El gran cuerpo astral de nuestra tierra antes de que nazca el cuerpo físico de la tierra.
Marte es representado como planeta precedente, Mercurio como planeta siguiente en el «Budismo Esotérico». Marte está en un estado todavía astral. Mercurio está en un estado que ya es astral de nuevo, pero esto es difícil de distinguir.
En todo ser humano subsisten fuerzas que proceden de la octava esfera. Por eso la gente siempre oscila entre Kama y Manas.