lunes, 16 de agosto de 2021

GA351-4 Dornach 20 de octubre de 1923 -Acerca de la esencia del hombre de hidrógeno como portador de proteínas

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RUDOLF STEINER


LA ACCIÓN DEL ESPÍRTU EN LA NATURALEZA

El ser humano y el mundo

Dornach 20 de octubre de 1923

4ª conferencia Acerca de la esencia del hombre de hidrógeno como portador de proteínas. Gas de pantano. El hidrógeno se esparce por todo el universo. La reproducción como el otro extremo del pensar. Serpientes vivíparas. En todo lo que hay reproducción, el hidrógeno debe funcionar. El hidrógeno: el fósforo mundial. El carbonato sódico y su uso en tecnología y naturaleza. En todos los lugares donde se usa el carbonato sódico debe haber algo de luz.

 

¿Quizás hay algo más que quisierais preguntar?

Pregunta: Sólo hemos oído hablar del oxígeno y del nitrógeno. Pero también existe el hidrógeno. ¿Podríamos escuchar algo al respecto?

Dr. Steiner: Bueno, algo ya se ha mencionado sobre el hidrógeno. Así que partamos de vuestra pregunta. El hombre de cada época lleva en sí mismo como tejido principal, como sustancia principal, la proteína. Después de todo, surgió de la proteína.  La leche materna está compuesta principalmente por proteínas. El hombre lleva las proteínas en su interior. Esta proteína ha procesado en ella esencialmente cinco sustancias: carbono, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno y azufre. Se tienen estas sustancias además de las otras que también están presentes en el cuerpo, y son bastantes, y estas sustancias ya están en la proteína original de la que se forma el ser humano.

Ahora bien, ya lo he dicho: el carbono está constantemente trabajando en nosotros; los alimentos que comemos se convierten en carbono. - Ahora respiramos oxígeno y también algo de nitrógeno. El carbono se combina con el oxígeno para formar ácido carbónico. El ácido carbónico, como ya he comentado, está presente en estas perlas que hay en el agua de seltz, también en el agua ácida natural. Pero este ácido carbónico también está en nosotros, y es importante porque llega constantemente a la cabeza a través de la respiración. Y si no tuviéramos este ácido carbónico en la cabeza, no seríamos mentes inteligentes, y eso es lo que somos todos. No lo estaríamos si no nos metiéramos ácido carbónico en la cabeza; no en una cantidad tan grande como en el agua carbónica, por ejemplo, sino en una cantidad muy pequeña debemos renovar constantemente nuestra cabeza con ácido carbónico. Pero ya lo dije el otro día que si somos estúpidos es porque el carbono no lleva suficiente oxígeno a nuestras cabezas, por lo que allí no hay suficiente oxígeno, sino que el carbono se combina con el hidrógeno. El ácido carbónico tiene algo de renovador; pero cuando el carbono se combina con el hidrógeno, sí, señores, entonces se forma el gas del pantano, el gas que se encuentra especialmente en las cuevas, en los sótanos y demás, allí donde las cosas se descomponen; allí se forma el gas del pantano. No es un gas renovador; es un gas que mata, que paraliza. Y cuando hay tal irregularidad en nuestro cuerpo  donde el carbono se combina con el hidrógeno, entonces se forma el gas del pantano, y eso va a la cabeza. Por eso, si conseguimos una "cabeza de sótano" así, nos volvemos estúpidos. Así que es muy importante si subimos suficiente ácido carbónico o demasiado gas de pantano, es decir, hidrógeno; porque siempre necesitamos algo de gas de pantano, de lo contrario nos volveríamos demasiado inteligentes como seres humanos, y si nos volviéramos demasiado inteligentes, entonces tendríamos una mala digestión. Es precisamente a través de esta proporcionalidad de la mezcla, cómo la vida se establece de la manera correcta. Pero el hidrógeno, que en realidad es incorrecto en la cabeza cuando hay demasiado de él, que juega un papel bastante desagradable en el gas del pantano, este hidrógeno se extiende por todo el universo - en todas partes. Hoy en día, mediante el llamado análisis espectral, se puede determinar qué sustancias están activas en el universo. Dondequiera que se apunte el espectroscopio hacia el espacio, se obtiene una coloración tal que permite concluir que el hidrógeno está en todas partes.

Por otro lado, este hidrógeno es extremadamente importante para ciertas cosas. Ya dije que cuando hay demasiada cantidad tiene un efecto nocivo en la cabeza. Por lo que cuando se introduce en la cabeza, el hidrógeno impide que el ser humano desarrolle su pensar. El hombre puede pensar gracias a no tener demasiado hidrógeno en su cabeza.

Pero veamos ahora la contrapartida del pensar. El otro extremo, ¿En qué consiste? En verdad, el otro extremo del pensar es el de la reproducción, es decir, la generación de nuevos seres vivos. Ese es el el otro extremo. Al igual que el Polo Norte se relaciona con el Polo Sur, la reproducción se relaciona con el pensar.

Ahora podemos observar algo muy interesante en los seres vivos. Con los seres vivos ocurre que cuando el hidrógeno desempeña un papel diferente al habitual, modifican toda su forma de reproducirse, Existen ciertas serpientes; estas serpientes ponen huevos y de los huevos nacen nuevas serpientes. ¿Qué ocurre realmente cuando una serpiente pone un huevo y de él nace otra serpiente? El huevo tiene que ser puesto en algún lugar -la serpiente también lo hace, el instinto del animal funciona muy bien- donde pueda tener el calor necesario. En el huevo de pájaro se puede ver que el huevo necesita calor para que un animal salga de él. El huevo del pájaro está puesto, pero no nacería un nuevo pájaro si el pájaro adulto no se sentara sobre él y lo incubara. Este calor que sale del pájaro adulto es necesario para que el nuevo pájaro salga del huevo. Así que el huevo no sólo necesita lo que tiene en su interior, sino que también necesita el calor que le llega de todo el mundo. No basta con poner un huevo, sino que se necesita el calor de todo el mundo, y en este calor está contenida la fuerza que impulsa al nuevo ser fuera del huevo. Lo mismo ocurre con las serpientes. Los huevos se ponen. Por el efecto del calor del sol, el ser vivo de la nueva serpiente sale del huevo.

La historia que acabo de contaros le ocurre a ciertas serpientes, pero sólo si viven con cierta regularidad. Lo que les cuento no es el caso de todas las serpientes, sino sólo de una determinada especie de serpiente. Si dicha serpiente es como corresponde, entonces pone sus huevos, y de éstos, cuando se incuban, salen nuevas serpientes. ¿Qué significa, entonces, que la serpiente sea como corresponde? Bueno, con un ser humano significa mucho cuando se dice que es un ser humano como corresponde; pero con la serpiente es algo menos.  Sobre todo, la serpiente necesita para su debida naturaleza, algo que a veces es bastante difícil para los seres humanos: un nuevo vestido, es decir, una nueva piel. Por lo tanto, una serpiente es realmente una serpiente como corresponde si muda su piel cada año, se deshace de la piel vieja y le crece una nueva en la superficie de su cuerpo. De modo que la serpiente no tenga que ir por ahí con la piel del año anterior, sino que tenga una piel nueva cada año. Así que podemos distinguir entre serpientes como corresponde y las que no. Esas otras serpientes son las que han seguido con las mismas pieles del año anterior. 

Puede que digáis: ¿Realmente existe eso? ¿Es eso lo que hace la naturaleza, que la serpiente tenga una nueva piel? Sería muy agradable para nosotros si la naturaleza también nos diera una nueva piel. - Pero el hombre es un ser mucho más valioso que la serpiente. Por eso se le ha dado la libertad de procurarse un nuevo vestido.  ...(espacio ilegible en el texto original.) Uno puede enjaular a tales serpientes, y si ahora las enjaula y las priva de agua en la proporción adecuada, privándolas de la suficiente humedad, entonces ocurre lo peculiar de que la serpiente se vuelve repentinamente incapaz de mudar su piel: ¡conserva su antiguo vestido! Y así es posible producir esto artificialmente -la naturaleza no nos hace el favor- que ciertas serpientes se conviertan en serpientes que guardan su piel del año anterior.

Sí, pero, señores, que la serpiente no muden su piel, eso no es lo único; sino que si a esas serpientes se les hace copular, si se les hace reproducirse, entonces no ponen huevos, sino que dan a luz a pequeñas serpientes vivas. Así que aquellas serpientes que se ven privadas de la posibilidad de tener tanta agua como para mudar su piel, viéndose así obligadas a perder la capacidad de mudar su piel, a llevar su piel sin mudarla -esa es la causa de ello-, estas serpientes comienzan ahora a dar a luz crías vivas, es decir, verdaderas serpientes pequeñas, en lugar de poner huevos.

Veréis, esta es una historia muy llamativa, porque ¿Qué es lo que ha pasado realmente? Hemos sacado el agua de la serpiente. El agua contiene preferentemente hidrógeno; contiene oxígeno, pero preferentemente hidrógeno, porque el agua está formada por oxígeno e hidrógeno. Sí, señores, cuando privamos a la serpiente del agua, la privamos simultáneamente de la posibilidad de formar una nueva piel, de la posibilidad de formar una cáscara de huevo en su interior. El animal ya no puede formar la cosa dura si no tiene el hidrógeno. No puede formar dureza en su interior, no puede formar una cáscara de huevo en su interior y no puede formar una piel en su exterior. Y la consecuencia de esto es que las crías de la serpiente deben arrastrarse sin caparazón. La serpiente debe utilizar su propio calor para para nutrir a la pequeña serpiente al principio.

Esto es extremadamente importante, que uno sepa esto sobre un ser como la serpiente. Porque ahora sabemos: Que así como es perjudicial para el ser vivo, para la cabeza, cuando se le priva de oxígeno, es igual de perjudicial para la reproducción cuando se le priva de hidrógeno.   Y ahora vemos por qué en todo el mundo, dondequiera que miremos -podemos mirar en todas las direcciones- hay hidrógeno. ¿Por qué hay hidrógeno en todo el mundo? Sí, señores, el hidrógeno está presente en todo el mundo por la razón de que el mundo tendría que ser destruido inmediatamente si no hubiera hidrógeno. En todo lo que hay reproducción, el hidrógeno también debe intervenir. Ahora el mundo se destruye continuamente. Veréis, el mundo está continuamente yendo hacia la muerte. Las rocas están atomizadas por todas partes. Los seres vivos se descomponen, todo tipo de procesos de fermentación, que también son procesos de descomposición, están teniendo lugar en el mundo. De hecho, vivimos por el hecho de que algo está constantemente fermentando dentro de nosotros. Y sólo a través del hecho de que algo está fermentando pueden nacer las cosas superiores. Es incluso el caso del vino; si el jugo de la uva no fermentara, es decir, si no enviara la materia en descomposición hacia el exterior, entonces no podría surgir el vino del jugo de la uva, que para muchos es algo tan deseable, tan vigorizante. Así es en todo el mundo. Lo que hace que lo que da vida surja de la decadencia, sí, es el hidrógeno.

Si bien, ahora podéis hacer una objeción. Podéis decir: Pero ahora nos decís que el hidrógeno es lo que anima. Pero en el gas del pantano hay hidrógeno, y ahí no anima, sino mas bien mata. - Sí, ¿por qué? Verán, señores, cuando el hidrógeno se forma en la oscuridad, como es el caso del gas de las minas o del gas de los pantanos, tiene un efecto nocivo cuando se le quita la luz y se desarrolla, como ocurre en nuestro cerebro. Pero cuando el hidrógeno se desarrolla en la luz, tal y como se difunde por el mundo en la luz, es el agente vitalizador; llama a la vida nueva a partir de la descomposición, de la fermentación. Porque el hidrógeno, como está en todas partes, es esencialmente lo mismo que tenemos en nuestras cerillas cuando las encendemos: Fósforo. Ciertamente, en química el hidrógeno es una sustancia muy diferente del fósforo; pero sólo porque la química no puede llegar a convertir el fósforo en hidrógeno. <Pero precisamente, si la química pudiera ir más allá de lo que es hoy, sería capaz de convertir el fósforo en hidrógeno. Para que podamos decir: ¿Qué es entonces el hidrógeno que se extiende por todo el mundo? - El hidrógeno que se esparce por el mundo es el fósforo del mundo. Dondequiera que miremos, en todas partes, hay fósforo. Y con esto os he descrito lo que hay en toda la circunferencia del mundo: el fósforo. De modo que ahora hemos llegado a conocer realmente algo tremendamente significativo: Hemos conocido el hidrógeno en su efecto magníficamente significativo en el universo.

Ahora mirémoslo desde el otro lado. Como ya he dicho: el ácido carbónico está en el otro extremo.- Ahora, señores, veamos muy de cerca lo que les he dicho. Piensa en la tierra (se hace un dibujo), con hidrógeno a su alrededor, que en realidad es fósforo. Así que en todo el mundo alrededor de la tierra tenemos hidrógeno, que en realidad es fósforo - en realidad pequeños fuegos ardientes en todas partes. Pero ahora veamos la tierra misma.  Vayamos del universo a la tierra. Allí encontrarás por todas partes lo que se llama cal. Pero no es sólo la cal la que está presente, sino también algo de una sustancia que sabéis muy bien que está presente en todas partes en el suelo. Por tanto ahora os he mostrado que el hidrógeno, es decir, el fósforo, está esparcido por toda nuestra tierra -pues el fósforo está esparcido por todas partes- eso es algo que ahora podemos ver bien.

Es sabido que cuando vosotros o cualquier otra persona quiere lavarse, se pone lo que se llama soda en el agua de lavado. Lo sabéis.  Quizá también sepáis que la misma sustancia, la ceniza de sosa -se parece a la sal, también es una sal- se utiliza de muchas otras maneras. Si vais a una fábrica de jabón, por ejemplo, sabéis que la ceniza de sosa se utiliza como la materia prima más importante; en la producción de vidrio, por ejemplo, es una de las materias primas más importantes para procesar las ventanas de cristal; quien tiene una lavandería, sabe que la ceniza de sosa se añade al agua. Del mismo modo, la ropa se blanquea cuando se trata con sosa; se vuelve más brillante, se relaciona más con la luz a través de la sosa. Ahora hay muchas otras cosas en las que se utiliza la ceniza de sosa. Por ejemplo, si visitarais una fábrica de pintura, veríais que la ceniza de sosa se utiliza en todas partes. Especialmente para los colores azules, se necesita carbonato de sodio si se quiere producirlos. El azul de Berlín sólo puede producirse utilizando ceniza de sosa. Luego hay una sustancia que también se da al cuerpo humano, y que, tal como se da en la naturaleza, sería mucho más perjudicial para el cuerpo humano si se aplicara sin ser tratado antes de ninguna manera: se trata del tabaco. Primero hay que morder el tabaco. Hay que quitarle ciertas cosas que, de lo contrario, agredirían demasiado al cuerpo humano. El tabaco, a su vez, se tiñe de sosa. Así que ya veis, esta sosa, que conocéis como aditivo para el agua de lavado, es en realidad de gran importancia en la industria de todo el mundo. Pero también es de gran importancia en toda la industria mundial, en la llamada industria cosmética.  En realidad, la ceniza de sosa está presente en todas partes, pero sólo en pequeñas cantidades.

Pues bien, señores, ¿Qué es esa extraña criatura, la sosa, en realidad? Hay un metal blanco y plateado llamado sodio, y cuando este sodio se combina con el ácido carbónico -ahora tenemos de nuevo el ácido carbónico, que tenemos en la cabeza- se forma ceniza de sosa a partir de él. Así que el sodio y el ácido carbónico juntos forman la sosa. El sodio, este metal - es una cosa peculiar: se le llama, sodio=Natrium por tanto neutro, no es un caballero ni una dama - es un elemento extraño en la naturaleza; guarda el ácido carbónico, lo lleva consigo. Dondequiera que haya sosa en la naturaleza, el ácido carbónico se mantiene y es tan salado como en la sosa. El ácido carbónico está escondido en el interior, almacenado. Ahora os he mostrado el abundante fósforo en el hidrógeno; ahora debo mostraros la sosa como un círculo blanquecino en la propia tierra. Por supuesto, no está en todas partes, sino que se reparte en pequeñas cantidades por casi toda la tierra, esta sosa. Al igual que podemos utilizarla en la industria para todo tipo de cosas, para blanquear la ropa, para fabricar vidrio, etc., la naturaleza utiliza esta sosa en gran medida. Pero veamos lo que la naturaleza puede hacer con esta sosa. La naturaleza es realmente más inteligente que el hombre. 

El hombre se siente terriblemente inteligente cuando puede decir: Extraigo la sosa, fabrico vidrio, jabón, pinturas. Yo encurto mi tabaco, blanqueo, lavo mi ropa con carbonato de sodio - yo inventé todo eso, se dice el hombre, soy terriblemente inteligente. - Sí, pero la naturaleza es aún más inteligente. Eso es justo lo que uno debe decirse siempre a sí mismo: La naturaleza sigue siendo mucho, mucho más inteligente. Piensa en lo que realmente hay en todas partes cuando usamos sosa. Podemos empezar con la producción de jabón.  Con el jabón nos limpiamos, de lo contrario, pareceríamos carboneros todo el tiempo.  El jabón promueve la limpieza, pero sólo la promueve porque contiene sosa. La sosa es necesaria para la fabricación de vidrio. El cristal es transparente y puro. Para que el vidrio sea transparente, se necesita sosa. Siguiente: Lavamos la ropa con sosa. La lavamos, la hacemos pura, para que brille como la luz. 

 Usamos la sosa para blanquear. Blanquear significa hacer la luz. Utilizamos la sosa en todos los lugares en los que de alguna manera hay que crear luz, en los que la luz debe hacerse efectiva a partir de la oscuridad. Pues bien, sabes que los colores son creados por la luz. Ya lo he dicho de muchas maneras diferentes. Ahora necesitamos ceniza de sosa en las fábricas de pintura. Y es curioso, en todos los lugares donde se utiliza la sosa, se debe producir algo de luz. En la tintura del tabaco: el hombre necesita luz para vivir; si sólo se le diera tabaco negro, no tendría ningún estímulo, sino algo destructivo. La sosa está en todas partes donde ha almacenado el sodio, el ácido carbónico, y libera el ácido carbónico para que podamos traer algo de luz al mundo.  La naturaleza lo hace en mucha mayor medida; es mucho más inteligente que el hombre. 

El hombre se ha ido abriendo paso y ha descubierto poco a poco que la sosa puede ser utilizada en el mundo. Pero la naturaleza es tal que utiliza la sosa de una manera muy curiosa. <Lo tiene en todas partes donde te he dibujado el blanco. Y así es que dondequiera que la sosa, es decir, el sodio carbónico, entra en contacto con el fósforo circundante del mundo, vuelven a surgir nuevos seres vivos. De lo contrario, todo estaría siempre muerto. De modo que a partir de la interacción de la sosa de la tierra y el hidrógeno, es decir, el fósforo del universo, todo se forma de nuevo continuamente. Pero ahora se encuentra un gran significado del hidrógeno. Que el hidrógeno esté en todas partes es muy útil en el universo; pero sólo es útil si al mismo tiempo la sosa está presente en la tierra. Porque a través de esta interacción se evita la muerte de todo. El hidrógeno, es decir, el fósforo, siempre actúa junto con la sosa, y así se evita la muerte. Siempre se está creando una nueva vida. De lo contrario, sólo podríamos respirar el aire de la muerte, y todos moriríamos también. 

¿Existe algo que pueda demostrarnos esto aún más? Decimos que toda la vida surge en realidad de la unión, de la correcta interacción del hidrógeno, es decir, del fósforo, y de la sosa, es decir, del ácido carbónico presente en el sodio. Esto nos lleva a algo muy importante. Como ya sabéis, el propio ser humano nace como ser humano físico a través de la unión del germen del óvulo femenino, que consiste esencialmente en proteínas, y el fluido seminal masculino. Preguntémonos en qué consiste principalmente este líquido seminal masculino. Veréis, este fluido seminal masculino se compone a su vez de sosa, que está en el interior, y de fósforo mundial, de hidrógeno. Por tanto si miráis hacia el mundo, toda la vida es creada por el hidrógeno y por la sosa. Si se observa la generación en pequeña escala, entonces la nueva vida en la tierra surge a través de lo que hay dentro en la semilla masculina de sosa y fósforo. Ambas sustancias se encuentran en el interior de la semilla masculina. El hombre saca un poco, por así decirlo, de lo que funciona en el mundo, un poco de sosa de la tierra, un poco de fósforo, de hidrógeno, del universo, y forma de ello la semilla masculina, que provoca la procreación. Así que en lo más pequeño, es decir en la procreación, y en lo más grande en el exterior, se puede ver en todas partes qué papel juega el hidrógeno por un lado y el ácido carbónico con el sodio, la sosa, juntos por otro. Verán, señores, la naturaleza utiliza la sosa de una manera mucho más sabia que el hombre. Porque hemos visto que la sosa debe estar en todas partes donde la luz actúa, donde la luz se produce, donde la luz se forma. Si el hidrógeno se utiliza en la oscuridad, se produce gas de pantano; allí mata. Pero si tratáis el hidrógeno con luz, entonces no mata, sino que produce. Pues bien, la naturaleza trata el hidrógeno, el fósforo, con sosa. Por lo tanto, hace en gran medida lo que hacemos cuando blanqueamos, cuando lavamos: aporta luz al hidrógeno, y de este modo surge lo vivo. Es realmente asombroso cuando uno mira hacia el mundo y ve cómo en todas partes, a través del hidrógeno iluminado, el nuevo ser surge de lo viejo, que de no ser así moriría; y cuando luego se mira en la cosa más pequeña que surge y se encuentra lo mismo - ¡es realmente sólo a través de tal observación cuando surge una auténtica ciencia! ¡ciencia de verdad!

Ahora retomemos nuestro ejemplo de la serpiente. Si simplemente dejamos a las serpientes a su naturaleza - esta especie de serpientes de la que he hablado - entonces sí, en el agua que la serpiente toma para formar una nueva piel, esta sosa está dentro. Y la serpiente joven obtiene su piel del agua que toma, al igual que la serpiente vieja obtuvo su piel, la piel dura, que no está hecha sólo de sosa, pero para la que es necesario el poder de la sosa. Por lo tanto, no es tan importante la absorción del agua, como la absorción de la sosa que contiene el agua. De modo que esta sosa, que la serpiente absorbe con el agua, le pone primero una nueva piel. La serpiente puede, por así decirlo, formar sustancias en el exterior, obtiene una nueva piel, y además, cuando se reproduce, puede formar la cáscara de huevo más dura en el interior - no es del todo duro, es todavía un poco suave ... (espacio ilegible en el texto original.) 

El hombre, cuando bebe vino, puede volverse impúdico (se modifica su naturaleza interna). Si se priva a la serpiente de agua, puede volverse incapaz de mudar su piel. Por lo tanto, se modifica su naturaleza. Si la serpiente está privada de sosa, no forma cáscara de huevo, entonces la cría debe nacer sin cáscara de huevo, debe ser incubada en la propia serpiente, sale como una cría viva. Esto es algo muy extraño. Supongamos que una serpiente viva se desliza a partir de la serpiente vieja; entonces ha ocurrido en la serpiente lo que es el efecto del hidrógeno o del fósforo en la sosa. Eso es lo que ha ocurrido en la serpiente. La serpiente tuvo que utilizar su reserva de sosa, que aún tenía en su cuerpo; tuvo que sacrificarlo para dar a luz a la cría.  Por lo tanto, si se continúa repitiendo ese hecho durante mucho tiempo, se puede hacer que las serpientes cambien su naturaleza; y cuando han dado a luz una o dos veces a crías vivas, después se vuelven estériles, después ya no dan a luz, porque tienen que sacar toda la sosa de su vientre. Ésta se agota si no se permite que la nueva sosa disuelta en el agua fluya hacia ellas.

Pero, ¿Cómo es, cuando las serpientes siguen mudando su antigua piel? Pues bien, ahí es cuando se pone el huevo, y lo que de otra manera la pequeña serpiente viviente toma de la vieja sosa almacenada en el cuerpo, del fósforo, del hidrógeno, lo toma ahora del mundo entero. Y se puede ver: cuando se forma un animal vivo en tal serpiente, la sosa y el hidrógeno, el fósforo, se unen internamente; cuando se forma un huevo, el hidrógeno o el fósforo se unen externamente con la sosa del universo.  En este animal se puede ver que en el proceso de reproducción ocurre lo mismo en el universo que en el interior del ser humano. El mundo entero es la procreación. Pues en el caso de esta serpiente, que si la privas de agua para la muda, luego da a luz a crías vivas, vemos que una vez que da a luz, utiliza lo que está dentro del cuerpo: el hidrógeno interior, el fósforo y la sosa interior. Y cuando pone huevos, utiliza el hidrógeno exterior, el fósforo y la sosa exterior. Esta es la prueba más contundente, si se considera tal cosa, de que la naturaleza que nos rodea no es algo muerto, sino algo tan vivo como nosotros mismos.  Hay que ver esas pruebas. No debemos limitarnos a mirar irreflexivamente lo que es más extraño cuando tal serpiente, que no puede mudar su piel por la privación de agua, es decir, principalmente por la privación de sosa, de repente comienza a dar a luz a crías vivas, no debemos limitarnos a mirar irreflexivamente tal cosa, sino ponerla en relación con las fuerzas de todo el universo. Es algo muy importante.

Ahora bien, ciertamente el hombre no pone huevos de los que hayan de surgir nuevos hombres, sino que el hombre debe nacer como una cría viva; incluso los animales superiores deben nacer como crías vivas. ¿Cuál es entonces el fundamento de este desarrollo superior? Como ves, este desarrollo superior se fundamenta en que lo que contiene el mundo exterior entra en los seres, los animales superiores y el ser humano interiormente, que el ser humano absorbe las fuerzas del mundo en sí mismo. Lo que está fuera también está dentro de los seres superiores.

¿Pero qué pasa con los animales inferiores? Sí, ya ven, señores, ésta es la eterna disputa de la ciencia, cómo surgieron los primeros seres vivos. La gente habla de generatio aequivoca ; por generación espontánea dicen. Sí, pero entonces los eruditos vuelven a preguntarse: Los primeros seres vivos deben haber surgido alguna vez. -Pero si los estudiosos piensan ahora en las sustancias a partir de las cuales surgieron estos primeros seres vivos, entonces no hay sustancias en absoluto. Pero esto no se debe a la naturaleza, sólo se debe al hecho de que estos eruditos no conocen las sustancias. No saben lo que es realmente el hidrógeno, que se encuentra en todas partes: que es el fósforo, el mismo que sigue conteniendo la semilla masculina y que da a ésta su peculiar olor fosfórico. Si juntas la semilla masculina con ciertas plantas, tiene exactamente el mismo efecto que si juntas la soda con ciertas plantas, el blanqueo y similares. Todo esto está contenido en las antiguas enseñanzas alquímicas, que por supuesto no deben volver a surgir hoy; porque no queremos lo antiguo. Todo esto ha sido investigado. Y hoy se puede volver a conocer a través de la verdadera ciencia antroposófica. Y lo que supone sosa, fósforo o hidrógeno en la semilla masculina puede desarrollarse fuera en el gran mundo natural. De modo que no es necesario preguntarse ahora: ¿Cómo surgieron antes los primeros seres vivos? - Cuando la tierra aún no tenía seres vivos superiores, los seres vivos inferiores surgieron por la interacción del fósforo con la sosa de la tierra. Y luego tenemos la generación primordial, la generatio aequivoca.

Así que ya veis, sólo tenéis que estudiar las cosas hasta el final, y entonces se resolverán ciertos de los llamados enigmas del mundo, que de otro modo no se resolverían. Por supuesto, si alguien pregunta: ¿Cómo se juntan el carbono, el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno para que surja un ser vivo? no puede venir con la química actual, porque no le muestra que si el fósforo actúa por un lado, la sosa, el ácido carbónico con el sodio por otro, entonces se forma esta criatura viviente. Precisamente por eso no se puede, por supuesto, entrar en esta bonita historia con los toscos instrumentos que tienen nuestros laboratorios. Pero hay que analizar bien estos fenómenos. Si, por lo tanto, tienes una serpiente que simplemente pone sus huevos y del huevo salen las serpientes vivas, entonces la gran naturaleza, el fósforo y la sosa de la gran naturaleza, siguen actuando en ella. Si se aísla a la serpiente de la gran naturaleza, si se la pone en un entorno en el que tiene muy poca agua para mudar su piel y producir cáscaras de huevo en su interior, entonces funciona como una pequeña naturaleza, como aquello que ha sacado de la gran naturaleza y que lleva dentro de sí como herencia; entonces actúa en cierto modo como un ser superior.

Por ejemplo, el desarrollo ulterior del hombre en el mundo consiste en que, en cierto modo, está cerrado a la naturaleza. La humanidad se cierra a sí misma; especialmente a través de la cultura se cierra a sí misma. Y el progreso no se produciría si el hombre no se cerrara en cierto modo. Porque, en cierto sentido, la serpiente se convierte en un ser superior cuando aprende, a través de la deshidratación, a tener crías vivas. Todo el desarrollo de la humanidad se basa en el hecho de que el ser humano se ha cerrado cada vez más a la naturaleza y ahora no sólo da a luz a una descendencia viva, sino que también desarrolla todas las demás facultades al cerrarse a la naturaleza, y de este modo sale del ser humano todo lo que antes salía de la naturaleza.

Sí, señores, poco a poco va saliendo del hombre lo que antes salía de la naturaleza. Puedo dar varios ejemplos de ello. Sólo mencionaré una: Hoy escribimos en papel. Este descubrimiento no es tan antiguo. Sabéis que en el pasado teníamos que escribir sobre cosas completamente diferentes. Y el papel de hoy se fabrica esencialmente con celulosa. Pero antes se fabricaba con fibras de lino, por eso se llamaba papel de fibra de lino cuando apareció por primera vez, al mismo tiempo que la pólvora. El hombre llegó relativamente tarde a producir papel a partir de su propia sabiduría. Pero en la naturaleza hay algo que existe como pasta de papel desde hace mucho, mucho tiempo: ¡es de lo que la avispa hace su nido!  Eso es pasta de papel real. Si el nido de avispas se tratara y blanqueara un poco más, se convertiría en pasta de papel. Las avispas son los mejores fabricantes de papel de la naturaleza. Para que uno pueda decir: Hace miles y miles de años, las pequeñas avispas descubrieron la fabricación de papel. - La producción de papel se llevaba a cabo en el exterior, al aire libre. Más tarde, el hombre lo hizo por su cuenta. El proceso de fabricación de papel es más o menos comparable al de las serpientes con crías vivas; se aísla a la serpiente del mundo exterior privándola de agua, y entonces da a luz a crías vivas, que aparecen en un nivel de generación algo superior. Si cierras al hombre cada vez más produciendo su cultura, entonces produce papel, que antes producía la naturaleza, igual que la serpiente produce crías vivas de sí misma. De la naturaleza las avispas generaron papel hace miles y miles de años; de sí mismo el hombre genera papel con su mente. Sí, la mente se ha metido dentro, igual que el poder de la serpiente para producir crías vivas.

Y lo mismo ocurre ahora con el semen humano. Allí se encuentra la sosa, como hemos dicho, y este hidrógeno, el fósforo. Si examinamos los nervios que salen del cerebro, de nuevo las sustancias más importantes en estos nervios son la sosa y el fósforo. La única diferencia es que están conectados entre sí de una manera diferente a la de esta semilla, que están, por así decirlo, endurecidos al unísono. <No es nada maravilloso que del ser humano surja también algo así, que es el pensamiento. Al absorber lo que de otro modo sólo se encuentra en la semilla, el hombre procesa la sosa y el fósforo en el sistema nervioso. Al igual que el fósforo y el hidrógeno están en todo el mundo, la sosa y el fósforo están en el cerebro humano. Pero ahora también puedes ver por qué necesitamos el ácido carbónico dentro de la cabeza. La sosa se convierte constantemente. El ácido carbónico se separa del sodio, y al final obtendríamos un cráneo duro del sodio -que es un metal plateado brillante- si el ácido carbónico no burbujeara constantemente en él y produjera la sosa en nosotros.  Así que absorbemos el ácido carbónico en el sodio para que la sosa se distribuya adecuadamente en nuestra cabeza. Y de lo que nos rodea, a través del pelo, a través de la piel, tomamos fósforo, hidrógeno. Sólo hay que evitar que el hidrógeno del gas del pantano suba demasiado desde dentro, sino desde fuera. Esta cabeza humana es en realidad una especie de huevo; así como el huevo que se pone toma la sosa de la tierra y el hidrógeno del aire, la cabeza humana toma la sosa de la tierra y el hidrógeno y el fósforo del exterior, si no puede obtenerlos también del interior. Entonces trabajan juntos y producen una sustancia en el interior que puede ser un mediador de pensamientos, es decir, que produce pensamientos. 

Así es como se descubre la posición del hombre dentro de los fenómenos de la naturaleza. Pero hay que mirar los fenómenos naturales en el lugar adecuado. Si el erudito retira el agua de sus serpientes y ahora mira cómo dan a luz a crías vivas en lugar de poner huevos, entonces no saca nada en claro. Pero si sabe lo que realmente ha traído a su laboratorio, entonces descubrirá los secretos del mundo.

Traducido por J.Luelmo agosto2021