jueves, 5 de mayo de 2022

GA266b-2 Köln 27 de febrero de 1910 -La duda, la superstición y la ilusión de la personalidad como tres poderes amenazantes

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Rudolf Steiner 

LECCIONES ESOTÉRICAS

LECCIÓN 2

Köln 27 de febrero de 1910 - Transcripción A

La duda, la superstición y la ilusión de la personalidad como tres poderes amenazantes

Tenemos que encontrar el camino de la vida a través del aprendizaje. Debemos entrar en la vida con puntos de vista que no sean unilaterales. Si examinamos todo lo que la ciencia, el arte y las distintas cosmovisiones nos ofrecen según el estado de la ciencia actual, encontraremos tres poderes amenazantes en nuestro camino, a saber, la duda, la superstición y la ilusión de la personalidad. No los eviten, investiguen por su cuenta, pues no debemos cerrar nuestras mentes a la ciencia moderna, ni a sus inventos ni a sus investigaciones. Incluso es nuestro deber tenerlas en cuenta, aunque en nuestro círculo teosófico recibimos una enseñanza muy diferente, que es ridiculizada y burlada por la ciencia. La ciencia no puede aceptarlo desde su punto de vista, pues sólo conoce la materia y sus investigaciones se refieren únicamente a las cosas materiales y físicas de la existencia. Pero al hacer justicia a la ciencia debemos permitir que surja en nosotros la duda sobre lo que se nos ha enseñado aquí; no debemos tener miedo a dudar, para que a través de nosotros mismos podamos alcanzar la claridad interior. De este modo, salimos de nuestra propia conciencia hacia las enseñanzas ocultas.

¿Y qué significa derrotar a la superstición? Llamamos superstición al fetiche que las culturas menos desarrolladas ven y adoran en su ídolo, en un trozo de madera, sin pensar en nada espiritual detrás de ello, y por eso es una superstición. También podemos hablar de superstición cuando vemos cómo los eruditos modernos construyen sus fetiches en sus hipótesis sobre los átomos y las moléculas, que tampoco son más que materia hipotética si no se admite lo espiritual que hay detrás. Pero no debemos dejar que surja en nosotros este tipo de superstición.

A la duda y la superstición se añade una tercera cosa. Se trata de la ilusión de la personalidad. Estas tres fuerzas, que pesan y agobian al ser humano, quieren dominarlo. Pero si a través de una fuerte duda hemos logrado reconocer la verdad, y a través de la superstición creer en el espíritu que se encuentra detrás de toda la materia, entonces también podremos superar la ilusión sobre nuestra personalidad.  Sin embargo, esto suele ser lo más difícil de hacer. Aunque a veces pensemos que estamos libres del yo interior y creamos que no tenemos prejuicios en nuestro trato con el mundo y con las personas, esto refleja con demasiada frecuencia la ilusión de nuestra personalidad. 

Sin embargo, hay que señalar una cosa. No trasladen nuestra enseñanza a otro tipo de reuniones sociales; hablen sólo de nuestra enseñanza donde se reúnan con ese fin. No lo lleven a disputar con extraños; y tampoco hablen de él en las comidas, pues allí sólo debe mantenerse una ligera conversación cotidiana. Es mejor evitar este tipo de sociedades en las que sólo se habla de los chismes del día. Si, por el contrario, deben acudir a ellas porque su posición en la vida u otras consideraciones les obligan a ello, acudirán con un espíritu muy distinto al de antes, no por placer interior, sino como un deber, para no ofender a nadie por su naturaleza.  No digo esto para dar un sermón moral, pues no prohíbo absolutamente nada, pero por ello debo decírselo.


Traducido por J.Luelmo may.2022