viernes, 6 de mayo de 2022

GA266b-6 Hamburgo 19 de mayo de 1910 -Cristo antes del acontecimiento del Gólgota como espíritu solar, después como espíritu terrestre planetario.

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Rudolf Steiner 

LECCIONES ESOTÉRICAS

LECCIÓN 6

Hamburgo 19 de mayo de 1910 - Transcripción A

Sobre los dichos diarios (jueves). Cristo antes del acontecimiento del Gólgota como espíritu solar, después como espíritu terrestre planetario. La conexión con él a través de la imaginación de la Rosa Cruz; la formación de los colores complementarios.  La confianza del esoterista en la bondad.

Antes de comenzar nuestra contemplación esotérica de hoy, dirijamos la oración al Espíritu del Jueves. Porque el esoterista debe adquirir cada vez más la verdadera modestia y humildad superior, que no debe dirigir sus asuntos a la Deidad suprema, sino que debe considerar que entre Él -que no podemos adivinar con el humano supremo entendimiento humano - y todos nosotros, existen las grandes jerarquías:



Gran Espíritu Omniabarcante,
en tu luz brilla la vida de la tierra,
mi vida está en la tuya.
Tú estás.

Mi alma trabaja en la tuya.
Con tu guía sigo mi camino.
Vivo con Él.
Su ser es la imagen
de mi propio ser.
Tú estás.

La esencia del guía en mi alma
te encuentra a Ti, Espíritu omnipresente.
La dicha es mía
del aliento de tu esencia.
Tú estás.

Hoy queremos ver nuestras meditaciones desde un ángulo diferente.  El esotérico quiere acercarse al Espíritu-Crístico más intensamente a través de sus meditaciones, para tratar de entrar en una conexión más íntima con Él de lo que podría hacerlo a través del cristianismo exotérico. El acontecimiento de la entrada del principio Crístico en nuestro desarrollo terrenal fue tan incisivo incluso para la historia externa que calculamos nuestra división del tiempo de acuerdo con él. En el momento en que Zoroastro vio en el Sol la forma del Espíritu Solar que se acercaba, reunió a los discípulos a su alrededor para hacerlos servidores del gran Ahura Mazdao, y se preparó más y más para recibir este Espíritu Solar en sí mismo.
Cuando la tierra con todos sus seres mira al sol, debe decirse a sí misma que no puede hacer lo que el sol puede hacer: Emitir luz. Sería un cuerpo oscuro y negro si la luz del sol no penetrara en él y no pudiera irradiarla. Desde que el Cristo se convirtió en el espíritu terrestre planetario a través del acontecimiento del Gólgota, él está en la fuerza por la cual brota la cubierta vegetal verde de la tierra.
Los maestros de la sabiduría y de la armonía de los sentidos nos dan las grandes verdades del mundo en símbolos, y ahí está sobre todo la cruz de la rosa que, reflejándose en nosotros, puede despertar y fortalecer el poder del Espíritu Crístico en nosotros. Ya vimos en nuestra última lección esotérica que la rosa roja en su color rojo expresa el sentimiento de vergüenza. Ahora sabemos que todos los colores provocan en nosotros su color opuesto, el rojo por tanto el verde (comparar "La educación del niño"). Así, la visión de la cruz negra despierta la luz blanca y radiante del Cristo en nosotros, y a través de las rosas rojas se estimula el poder para que la vida verde pueda brotar de la luz brillante del poder del Cristo. Si imaginamos la cruz de la rosa con este sentimiento y la dejamos vivir en nosotros, nos convertimos en parte de nuestro poder de la tierra, nuestro espíritu de la tierra, el espíritu de Cristo.
Como esoteristas también debemos esforzarnos en todo momento por aportar buenos pensamientos a las cosas que se nos presentan como maya. Debemos imbuirnos del sentimiento de que en todo dormita una chispa de este poder, que un día puede estallar para eclipsar todo el mal. También debemos llevar dentro de nosotros una confianza plena en que todo lo bueno de la tierra, todo lo positivo, triunfará y debe triunfar.

Traducido por J.Luelmo may.2022