martes, 8 de abril de 2025

GA090a Berlín, 28 de diciembre de 1904 - Acontecimientos en la segunda mitad de la evolución de la raza lemúrica.

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AUTO CONOCIMIENTO Y CONOCIMIENTO DE DIOS

RUDOLF STEINER

Acontecimientos en la segunda mitad de la evolución de la raza lemúrica.


Berlín, 28 de diciembre de 1904

Conferencia 77

La época lunar también se llama la de la «sabiduría cósmica». En la Tierra, ésta ha sido sustituida por el «amor cósmico». Con respecto a su amor, el hombre es tan dependiente de los seres que están por encima de él como lo estuvo entonces con respecto a la sabiduría. La sabiduría que está implicada aparece como manas, y la capacidad que se vierte es el amor. Por lo tanto, esotéricamente se dice que el Dios de la Sabiduría es sustituido por el Dios del Amor.

El hito de poder verter la sexualidad en los seres fue adquirido por las Potestades, (espíritus de la forma, Exusiai), gracias a la lección de sabiduría aprendida en la Luna. Lo que ahora podían aportar al hombre era la chispa de Manas, y desde fuera tenían que trabajar en la incandescencia del cuerpo humano con amor. En particular, muestra tan claramente que Jehová estaba en conexión con el amor humano a través del hombre.

Gracias a que ciertos seres habían avanzado en su desarrollo, se hizo posible fecundar desde arriba. Ellos fueron los buenos guías del manas humano, los primeros iniciados de Arhat, (entendimiento profundo). La sabiduría les habría llegado en una fría revelación desde arriba. Había otros seres que, aquello que aún no habían logrado en la luna, lo estaban alcanzando ahora, con el kama humano: Ellos le dotaron de la pasión por la sabiduría. Estos seres, compartiendo su destino, -junto con los humanos-, tuvieron que ascender hasta aquello que aún no habían conseguido en la Luna. También se convirtieron en el mejor amigo del hombre. De este modo surgió el principio luciférico.

Junto con el amor divino en el principio crístico, lo luciférico se convirtió en el principio opuesto. Esto nos dará la clave de la historia de la caída del hombre en el paraíso. El hecho de que Lucifer es, por así decirlo, la antítesis de Cristo era una verdad evidente para todas las religiones antes de la encarnación de Cristo. Y que llegaría el tiempo en que el hombre redimiría a Lucifer dentro de sí mismo es un hermoso proceso que aún no ha llegado a su fin. Y todo esto es también la base del cristianismo. Donde mejor se expresa es en la leyenda y el significado de la Navidad. Cristo envía el espíritu de la luz, el Paráclito, que lucha por la humanidad. La explicación del principio luciférico puede encontrarse en los archivos del Vaticano.

Si se resume esto con lo que he supuesto, se verá que Lucifer tiene otro significado. Está experimentando un desarrollo que en realidad debería haber experimentado en la época lunar. Por lo tanto, junto al gran don de la libertad humana nos llegó algo que está fuera de lugar, -y el mal moral tiene aquí su origen. El hombre debe su ulterior etapa de desarrollo a la capacidad de hacer el mal.

A un nivel aún más elevado, tenemos ante nosotros, una vez más, el misterio de que un desarrollo superior sólo puede alcanzarse dejando atrás algo de un nivel inferior. Los Dhyan Cohan superiores tuvieron que expulsar de sí mismos el principio luciférico para alcanzar la capacidad de formar seres dotados de Manas. Lucifer por su parte se quedó rezagado para que la deidad pudiera elevarse más. De modo que a él le debe la deidad su nivel en la ronda actual.

El hombre existe para convertirse en imagen de Dios. Pero para poder progresar, la Divinidad tuvo que dejar algo atrás. Cuando sea redimido el principio luciférico en la humanidad, la divinidad será redimida del hecho de haber expulsado a Lucifer. El hombre, según el apóstol Pablo, no está ahí por sí mismo, sino para que contribuya a la gloria de Dios. Por ello, un Dios bueno nunca podría crear seres humanos libres; para ello, tendría que ser un Dios que sólo dotara a los seres humanos de impulsos por un lado y tuviera que dejar atrás a un ser que dotara a los seres humanos de impulsos por el otro.

Los discípulos pitagóricos tuvieron que crear primero las condiciones previas para las preguntas más elevadas antes de formularlas.

Ahora también se darán cuenta de que existen diferentes niveles del principio luciférico en estos seres retardatarios. La sabiduría puede buscarse por sí misma, pero también puede ponerse al servicio de Kama.

Por lo tanto, el principio luciférico también ha creado las artes y las ciencias, que también pueden ponerse al servicio del disfrute sensorial.