Rudolf Steiner
LECCIONES ESOTÉRICAS
LECCIÓN 50
Sobre la meditación
Un fruto de la meditación es tener la sensación de que nos esforzamos y entramos en conexión con los seres de las jerarquías superiores y experimentar esto como una sensación de haber sido llevados a los mundos superiores, de haber llegado al lugar donde estábamos, cálidamente, vivos. La sensación de ser aceptado en el mundo espiritual debe ser cálida y viva. Todo, todo debe cambiar en el esoterista, conceptos, sentimientos y percepciones deben cambiar en el esoterista.
Sobre el egoísmo
Las entidades luciféricas son las que nos han dado memoria. Los que practican la frugalidad en la vida física son grandes, grandes derrochadores en la esfera anímico-espiritual. Debemos volvernos ahorrativos con estos poderes y transformarlos en poderes de visión. Sólo el autoconocimiento puede conducirnos a ello.
Pulverizamos nuestros sentimientos y sensaciones demasiado generosamente desde la mañana hasta la noche.
Primero debemos sobrepasar el egoísmo en lo anímico-espiritual. Al esforzarse por entrar en el mundo espiritual, existe el peligro de que el hombre llegue al egoísmo también en el mundo físico. Por lo tanto, con el entrenamiento correcto, la purificación moral e intelectual van de la mano.
Debemos darnos cuenta de que, como esoteristas, se nos exige lo imposible y de que luchamos por lo imposible. Todo esfuerzo es imposible, ¡y no ser egoísta también es imposible!
El ansia de conocimiento y de progreso no es lo adecuado para el esoterista, sino el sentimiento serio del deber de desarrollo, porque el espíritu divino ha puesto en nosotros fuerzas que forma sin nuestra intervención; son fuerzas pasivas. Pero la divinidad también ha puesto en nosotros fuerzas activas, que el hombre mismo debe formar mediante la acción. Y es el mayor pecado contra el espíritu divino no desarrollar estos poderes que la divinidad ha puesto en nosotros en beneficio del desarrollo y progreso de la humanidad. Y estas fuerzas en nosotros son tan fuertes que nos conducen hacia el mundo espiritual, aunque nos lleve años, y por eso no debemos impacientarnos, sino decirnos a nosotros mismos: Esperaré, porque sé que estas fuerzas lo hacen - si tan sólo nos dedicamos al mundo espiritual de la manera correcta.
Ejercicios complementarios
Los ejercicios complementarios entrenan las cualidades necesarias en nosotros para el plan físico como la compostura, el control mental, etc..
Gradualmente tendremos entonces un compartimento en nuestro corazón, en nuestra alma, en el que guardamos nuestras cosas más sagradas, en el que somos esoteristas, mientras estamos fuera en la vida en el plano físico. Huelga decir que esto no está exento de lucha. Como esoteristas tenemos que convertirnos en luchadores.
Los pensamientos que nos asaltan son las entidades del mundo espiritual que revolotean a nuestro alrededor, y cuanto más intentamos mantenerlos fuera, más nos asaltan. No debemos quejarnos de esto, no, "alégrate de que sea así", se le puede decir al discípulo, pues este es un éxito de la meditación que demuestra que los pensamientos son un poder espiritual. Valor, intrepidez y confianza, eso es lo que necesita el esoterista.
