jueves, 10 de agosto de 2023

GA266b-64 Berlín, 8 de noviembre 1912 el esotérico sabe que hay ciertos pensamientos que no pueden ser pensados si no van acompañados de las sensaciones correspondientes.

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Rudolf Steiner 

LECCIONES ESOTÉRICAS

LECCIÓN 64

Berlín, 8 de noviembre 1912 - 

Después de un largo tiempo de práctica, algunas personas tendrán la sensación de que no han hecho ningún progreso en la experiencia del mundo espiritual. Sin embargo, esto puede estar basado en un error. Puede ocurrir que uno no note nada durante o después de la meditación, pero si luego vuelve a dedicarse a sus ocupaciones habituales y no está completamente absorto en el trabajo exterior, puede suceder que de repente tenga la sensación: ¡ahora algo está pensando en mí! - También puede suceder que un meditador piense que se ha quedado dormido mientras mira hacia atrás, pero cuando se despierta de nuevo e intenta seguir lo que ha sucedido mientras tanto, a menudo descubrirá que la mirada hacia atrás ha continuado mientras tanto. Es muy importante sentir esto. No contradice lo que siempre se ha dicho de que no debemos dar ningún valor a lo que sucede sin el yo. Porque al recordarlo en nuestra memoria, lo estamos incorporando al yo.  

Quien ha tenido tales experiencias puede, en momentos especiales, impregnarse de la conciencia: Me piensa - no soy yo quien piensa, sino que piensa, a saber: Me piensa. Esto es esotéricamente lo mismo que se expresaba exotéricamente en las palabras: "Los pensamientos del mundo viven en tu pensamiento".

Con este pensamiento de Ello me piensa uno puede penetrar en sí mismo a cada momento, aunque sólo sea por segundos, si uno es libre en la vida [cotidiana]: el pensamiento de que el mundo del pensamiento ha creado aquello mediante su pensamiento que de otro modo me aparece como "yo", -que mi sentimiento de yo es también un pensamiento que me piensa. Pero este pensamiento nunca debe producirse sin ir acompañado de cierta sensación.  

El hombre que está en el mundo cree que se puede pensar todo; el esotérico sabe que hay ciertos pensamientos que no pueden ser pensados si no van acompañados de las sensaciones correspondientes. La sensación o sentimiento que debe acompañar al Me piensa es el de piedad. Sólo cuando asociamos ese sentimiento a ese pensamiento, pensamos el pensamiento de la manera correcta. El esoterista debe considerar su mayor pecado si puede tener el pensamiento Me piensa sin el sentimiento de piedad. 

Entonces otra conciencia puede amanecer en el esoterista, que está conectada con la palabra: "Los seres del mundo trabajan en su voluntad. Esto puede cambiar en él en el pensamiento: Me trabaja. Cómo todas las fuerzas fluyen juntas para trabajar al hombre, cómo el hombre está compuesto de pasado y futuro, todo esto yace en eso: Me trabaja. Pero aquí, también, el pensamiento nunca debe ser pensado sin ser acompañado por un cierto sentimiento, el sentimiento de reverencia por los seres que afectan al hombre.

Lo que hemos hecho de nosotros mismos por nuestro karma choca con lo que los Seres superiores han efectuado de nosotros. El hombre nunca debe olvidar que todo lo que le pueda suceder es causado por él mismo, así como es él mismo quien cierra una puerta.

Mantras poderosos son estos: Me piensa - y: Me trabaja - y los que más han avanzado en el camino esotérico han sido los que más, los que han sido capaces incesantemente, en cada momento de su vida, de impregnarse de eso: Me piensa, Me trabaja - y siempre dejar que ambos vayan acompañados de los sentimientos correspondientes.

Aquellos que han practicado esto: Me trabaja - durante años, recibirán de sí mismos algo así como un regalo adicional, que - si, por ejemplo, se dice por una circunstancia externa: está lloviendo - uno siente al mismo tiempo las fuerzas espirituales que están conectadas con la lluvia y trabajan en la lluvia. 

Otra sensación puede venir al que se desarrolla de esta manera, una sensación que está conectada con la tercera: "Las fuerzas del mundo tejen en tu sentimiento". Esta es la sensación: me teje; y en efecto uno siente con ello que así como los pensamientos del mundo piensan el pensamiento de nuestro yo, así estas fuerzas del mundo tejen nuestro yo superior. Por lo tanto, la sensación que siempre debe estar conectada con ello es la de gratitud.

Es posible que la meditación de estas palabras: Me piensa, Me teje, Me trabaja, combinada con los sentimientos de piedad, gratitud y reverencia, sustituya a todas las meditaciones en general y conduzca por sí sola al mundo espiritual. (Pero nunca se debe pensar en las tres al mismo tiempo, sino sólo una después de la otra).

Pero nos ayuda mucho lo que recibimos de la Teosofía, cuando estudiamos lo que se dice sobre el estado de Saturno, el Sol y la Luna, pues entonces podemos comprender qué es el "Ello" del que se dice: Me piensa. Es la Teosofía (Antroposofía); es este "Ello". La Teosofía es el mundo-pensado-yo. Esto de nuevo arroja luz sobre nuestro decir y sobre los sentimientos que debemos cultivar al hacerlo. No siempre somos capaces de estos sentimientos de piedad, gratitud o confianza y reverencia que deben acompañar a esto: Ex Deo nascimur. In Christo morimur. Per Spiritum Sanctum reviviscimus - pero sólo si podemos asociar estos sentimientos al dicho, lo utilizaremos de la manera correcta.