domingo, 6 de agosto de 2023

GA266b-51 Frankfurt 10 de marzo de 1912 - En el desarrollo exotérico normal, el karma lentamente se iría deshaciendo lentamente o surtiría efecto parcialmente.

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Rudolf Steiner 

LECCIONES ESOTÉRICAS

LECCIÓN 51 

Frankfurt, 10 de marzo 1912 - 

Sobre la indiferencia hacia el karma,

Observación de uno mismo y de su entorno.

Observar y guiar los propios sentimientos.

Purificar la propia moralidad e intelectualidad.

Conexiones kármicas = venganza de las entidades espirituales. Se debe practicar la indulgencia y la compostura.

Lo más importante en nuestra vida esotérica son nuestros ejercicios, a través de los cuales nos abrimos paso gradualmente hacia el mundo espiritual; lo importante es la manera y la actitud en que nos sometemos a ellos, a través de los cuales hemos de trabajar en conexión con mundos y seres superiores. 

No debemos dejarnos dominar por la avidez de conocimientos espirituales, sino más bien por el ánimo que sentimos en las acciones morales, como la compasión y la alegría. De lo contrario, existe un gran peligro para el esoterista de que en la vida exotérica se vuelva moralmente inestable, incluso peor de lo que era antes; por eso, además de las meditaciones propiamente dichas, se requieren siempre ejercicios complementarios de consolidación y desarrollo intelectual y moral.

Otro peligro acecha al esoterista en el curso de su karma, el cual está trabajando para transformar y controlar. Aquí se produce casi regularmente el fenómeno de que el que trabaja intensamente en su interiorización se vuelve laxo frente a los fenómenos y circunstancias kármicas exteriores. Las transgresiones kármicas anteriores, que el esoterista se ha acarreado a sí mismo y que han desencadenado en él un fuerte impulso de compensación kármica entre la muerte y un nuevo nacimiento, le colocan en relaciones y le ponen en contacto con personalidades hacia las que ahora estaría en condiciones de cumplir sus obligaciones kármicas.

En el desarrollo exotérico normal, el karma lentamente se iría deshaciendo lentamente o surtiría efecto parcialmente. 

Si el discípulo está demasiado ocupado con su desarrollo esotérico y no presta suficiente atención a las circunstancias externas que conforman su destino, el karma irrumpirá en él. Y lo que de otro modo tiene lugar en años o en diversas encarnaciones debe ahora, por supuesto, bajo severos choques, tener su efecto sobre él de manera concentrada. En esto puede llegar al borde de la desesperación y también provocar desastres en su entorno, arrastrándolo a la irrupción kármica. Pero incluso en los ejercicios iniciales más simples tiene el consuelo de que hay fuerzas que también lo sostienen y lo apoyan. Debemos y podemos recordarlo siempre.